Los gremios aeronáuticos y autoridades de Aerolíneas Argentinas se reunieron bajo el paraguas del Ministerio de Trabajo para dirimir sus diferencias por motivos salariales. La compañía ofreció un aumento del 17 por ciento, más un bono y una cláusula gatillo por si la inflación excede los porcentajes estimados, lo que rondaría un 21 por ciento de incremento salarial, lo que fue enérgicamente rechazado por los sindicatos. Debemos recordar que en el pasado ejercicio se brindó a los empleados un generoso ajuste superior al 42 por ciento, explicando que cada punto que se concede, le significa a Aerolíneas Argentinas 8 millones de dólares anuales de incremento en sus costes.
Los sindicalistas consideran que los buenos resultados que la empresa está obteniendo en la actualidad deben repartirse entre los empleados, aunque persista un déficit cercano a los 200 millones de dólares. También es necesario indicar que los gremios aeronáuticos son políticamente afines con la administración “kirchenerista” y han expresado críticas profundas con el Gobierno de Mauricio Macri. Los mismos han indicado la cierta posibilidad de realización de medidas de fuerza inmediatas, similares a las realizadas anteriormente, cuando en medio de un feriado largo dejaron en tierra a 45.000 pasajeros (Luis Piñeiro, corresponsal de Grupo Edefa en Buenos Aires)
