Binter ha celebrado su 25 cumpleaños homenajeando a los 26 empleados que trabajan en la aerolínea desde sus orígenes. En un emotivo acto, estos profesionales fueron distinguidos por la empresa y por el resto de sus compañeros. El presidente de Binter, Pedro Agustín del Castillo, agradeció durante su intervención la labor desarrollada en este cuarto de siglo y el trabajo de los más de 1000 empleados que conforman el Sistema Binter.
Del Castillo también destacó el compromiso de la empresa con el Archipiélago Canario que “es el que nos ha impulsado a hacer realidad la conectividad de nuestras Islas con África”. El presidente de la aerolínea espera que estas conexiones potencien los negocios entre esas zonas y Canarias, y que por ende “potencie el Archipiélago como plataforma de negocios hacia el continente africano, y consecuentemente se traduzca en creación de empleo en nuestras islas”, indicó.
El reconocimiento también se hizo extensible a la tripulación, encabezada por el comandante Ricardo Génova, que opero el primer vuelo de Binter el 26 de marzo de 1989. Génova, en su intervención, destacó algunos proyectos de la época que hoy en día no son una realidad. “Algo habremos hecho bien cuando 25 años después Binter es una aerolínea regional de referencia en Europa”, señaló. El excomandante confesó que el avión que más le ha gustado pilotar es el ATR de Binter.
Recreación del primer vuelo
La celebración del cumpleaños despegó con la recreación del primer vuelo que realizó la aerolínea, en la ruta Tenerife – Gran Canaria, el 26 de marzo de 1989, a las 8:00 horas. Y donde no faltó ni un solo detalle, los uniformes también eran los de hace 25 años. El vuelo contó con la presencia de la tripulación que operó hace un cuarto de siglo ese vuelo inaugural, además del citado comandante Ricardo Génova, viajaron el comandante Alfonso García Bach y la tripulante de cabina Katia Fernández Méndez.
Durante el trayecto los 65 pasajeros que iban a bordo conocieron anécdotas y detalles de los primeros años de actividad de la compañía y de cómo funcionaba la aviación en Canarias en aquellos momentos. Un cóctel les esperaba a su llegada al aeropuerto de Gran Canaria.
Los pasajeros de Binter no sólo tuvieron la oportunidad de leer la prensa del este miércoles, como es habitual, sino los periódicos canarios de aquel 26 de marzo de 1989; sin duda fue una de las sorpresas destacadas del día. Igualmente la aerolínea repartió sus ambrosías entre el pasaje, pero esta vez lo hizo en un pack especial de 5 chocolatinas que además tenían premio; 25 viajes interinsulares para dos personas, entre otras sorpresas.
Fiesta en la calle
Binter tampoco se olvido de los clientes que no volaron este miércoles y llevó la celebración a la calle. Concretamente a dos de las vías más concurridas del Archipiélago, Triana en Las Palmas de Gran Canaria y La Carrera en La Laguna. Una gran fiesta de cumpleaños con actuaciones musicales -en Gran Canaria a cargo de German López y en Tenerife con Terekitetap- talleres de percusión para niños, talleres de papiroflexia para realizar aviones.
Para la ocasión se dispuso de una aplicación musical para que los más pequeños de ambas islas practicaran antes de interpretar un concierto en Gran Canaria y Tenerife, es decir, desde Triana se dieron una notas que se replicaron por parte de los niños de Tenerife. Lo que no puede faltar en una fiesta de cumpleaños es la tarta, una ambrosía gigante de 25 metros, además de las 20.000 ambrosías que se repartieron para el disfrute de los más pequeños.
Primer vuelo Tenerife-Dakar
Binter aprovechó el día de su cumpleaños para continuar con su expansión en el continente africano e inauguró una nueva ruta entre Tenerife Norte y Dakar. El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, fue el encargado de cortar la cinta junto con el Coordinador General de Binter, Juan Ramsden. En el vuelo viajaba una delegación de Binter para presentar en África la nueva ruta con las Islas Canarias. El modelo de avión con el que se opera esta ruta es el recién llegado CRJ900, con capacidad para 90 personas y que sustituye al CRJ-200 en los destinos más alejados de Binter.
