Entrevista a David V. Fernández Bermúdez, director de operaciones de AFN

Aeroflota del Noroeste (AFN), centro gallego que acumula una experiencia de más de 16 años en la formación pilotos, ha creado “Aviation Business School”, junto a la Escuela de Finanzas, desde la que se impartirá la titulación: “Aviation Business Administration”. Se trata de una doble titulación pionera en la que, con un  alto nivel de inglés, se aúna la formación universitaria empresarial con la de piloto de líneas aéreas.


Antonio Sánchez: ¿Cómo nace la iniciativa de conformar la Aviation Business School y de lanzar  al mercado esta nueva titulación tan innovadora?
David V. Férnandez Bermúdez: Por un lado, una parte de nuestro alumnado, pedía una formación universitaria que complementase la formación de piloto.Por otro lado, vemos interesante que si un piloto deja de ejercer como tal, disponga de otra titulación, en nuestro caso también oficial, que le permita ejercer otra profesión dentro o fuera del ámbito aeronáutico, incluso en la misma compañía aérea. Recordemos que no ofrecemos un “relleno” para otorgar un título propio, se trata de una doble titulación oficial.

Todo ello sin olvidar la importancia del inglés, gran parte de los estudios se imparten en inglés, pero el nivel se puede adquirir durante la formación, ya que dentro del programa se incluyen la formación y exámenes para obtener, primero el First y luego el Advanced de Cambridge, ambos también oficiales.

AS: ¿A quién va dirigida la nueva  titulación y con qué perfil profesional contarán sus egresados?

DVFB: A todos aquellos alumnos, que deseen formarse como pilotos, con una titulación oficial universitaria añadida a los estudios de aviación y totalmente coordinada, que además quieran salir de la carrera, con un inglés bilingüe (algo fundamental hoy en día) y que aparte quieran hacerlo en un entorno internacional, ya que parte de los estudios y opcionalmente, pueden completarlos en Irlanda o en los Estados Unidos.

AS: ¿Qué duración  tiene y cómo se estructura el programa docente de  “Aviation Business Administration”?
DVFB: En los tres primeros años de carrera, los alumnos obtienen todos los títulos y licencias europeas de piloto necesarios para acceder a una línea aérea, la habilitación de instructor de vuelo europea, el Bachelor en administración y dirección de empresas, y el Advanced en inglés de Cambridge, todo ello oficial y a mayores el título propio en Aviation Business Administration que da nombre a la carrera.
Si el alumno decide seguir un cuarto año (esto es opcional), tiene dos vías; completar sus estudios en Irlanda para obtener el grado en Administración y Dirección de Empresas, o bien obtener en USA las licencias FAA de vuelo e instructor y alcanzar 1500 horas de vuelo volando en USA ejerciendo como instructor. También quien lo desee, puede optar por los dos caminos, aunque esto duraría 5 años, mínimo.

AS: ¿Qué acogida está recibiendo el curso en estos primeros días desde su lanzamiento?
DVFB: Teniendo en cuenta que el estudio acaba de nacer, la acogida está siendo muy buena, ya que no se trata de maquillar los estudios oficiales de piloto con un título propio de una Universidad como se estaba haciendo hasta ahora, se trata de aumentar el valor académico del piloto, hacerlo bilingüe e incluso darle una experiencia en vuelo de 1500 horas ejerciendo como profesional.  

AS: ¿Se plantean en el futuro ampliar la oferta formativa de la Aviation Business School?
DVFB: En principio el estudio es muy completo, aunque no se descarta mejorarlo a medida que avance, ya que lo que estamos intentando es sacar al mercado un profesional que se adapte a las actuales circunstancias y demanda del sector, y para ello el estudio debe estar vivo.

AS: AFN está certificada desde mayo pasado como ATO (Approved Training Organization), conforme a la legislación de la EASA, vigente desde el pasado mes de abril. Han notado que esto les da una ventaja comparativa respecto a otras escuelas españolas  que están todavía tramitando la certificación?
DVFB: La certificación como ATO, por un lado es una garantía para nuestros alumnos de que la escuela se adapta a los tiempos y de que no escatima en esfuerzo para darles lo mejor, y por otro, es un claro síntoma de que se trabaja en la correcta dirección para que alcancen sus objetivos, que en definitiva, son los nuestros.
Autor:  Antonio Sánchez


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