Tras haberse anunciado en diciembre su aprobación, en reuniones recientes con representantes de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), los jerarcas argentinos se opusieron a habilitar la ruta más corta, denominada Papix, porque ello generaría una disminución en la recaudación argentina por sobrevuelo, calculando en base al peso de las aeronaves y a la distancia del vuelo.
Cruzar por la ruta Papix en vez de la actual implica ahorrar 53 millas en cada tramo, reduciendo el vuelo entre Montevideo y Buenos Aires entre tres a cinco minutos de tiempo, pero además implica apreciable ahorro en combustible y más capacidad de carga en los aviones. Por lo tanto, al ser más corto el trayecto se hace más barato el pago.
Uruguay gestiona que la ruta sea incluida en el medio del futuro ordenamiento del tráfico aéreo, que tanto Uruguay como Argentina aspiran a renovar. La reestructura la llevará adelante una empresa estadounidense e implicará una importante inversión, financiada con parte del dinero que aportará el concesionario del Aeropuerto Internacional de Carrasco, beneficiado en las últimas horas con una muy generosa extensión de la vigencia de su concesión al frente de la aeroestación. Uruguay, además, ya adquirió software inclusive para ingresar al universo RVSM y radarización suficiente. (Javier Bonilla)
