Vivir el transporte aéreo durante un tercio de siglo

Celebramos la edición del nº 400 de nuestra revista, que, tras 33 años, se mantiene como el único medio impreso especializado en el transporte aéreo de los mercados de habla española. No ha sido fácil, pero tampoco difícil, porque la ilusión nos mueve constantemente. Lo realmente cierto es que acompañar durante algo más de 33 años la evolución de la aviación comercial ha sido y es apasionante y manifestamos nuestra voluntad seguirlo haciendo durante muchos decenios más, pese a haber padecido, como todo el sector, la crisis más profunda que, posiblemente por falta de previsión y convencimiento de las autoridades sanitarias y de los gobiernos, ni en las peores pesadillas, se podía sufrir.

Un tercio de siglo, más de tres décadas, no se puede resumir en una página. Nacimos poco antes de que se lanzara una imparable liberalización del transporte aéreo en Europa, cuyo hito fundamental, en 1992, adjetivó el título: Airline Ninety Two. Quisimos que fuera en inglés por ser el idioma universal del mundo de la aviación. De los monopolios pasamos a una libre competencia, aunque siempre regulada, que abriría el transporte aéreo a cualquier ciudadano y expandió el crecimiento del tráfico, hasta que, en 2020, el COVID-19 hizo tambalear y estremecerse los cimientos de los aeropuertos y las compañías aéreas, introduciéndonos en unas tenebrosas tinieblas cuya salida no se vislumbraba inmediata, ni en el tiempo ni en la forma.

Hace ya décadas surgió un modelo nuevo de trasladarse por avión, que era el de las compañías de bajos costes, que haría casi desaparecer el charter que permitió un enorme desarrollo del turismo en los años setenta y ochenta. Los aeropuertos e convirtieron en una máquina de hacer dinero con ingresos comerciales que se aprendieron a explotar eficientemente. La industria siguió desarrollando aeronaves más eficientes que fueran mucho más ecológicas, más por la economía, pero la reducción del consumo de combustible tiene una relación directa con menores emisiones de gases, con lo cual fue verde antes que se viera la necesidad de ser verde. Queda un fascinante camino por recorrer con otras fuentes de energía y la descarbonización de las actuales.

Hoy, tras dos años de sufrimiento y desasosiego, el mundo del transporte aéreo vuela en rutas impregnadas de nuevo de optimismo, habiendo dejado en el camino muchísimos menos operadores de los que se presagiaba en abril de 2020, aunque dañados y con muchas debilidades, pero gozando del apoyo de todos los gobiernos. Nosotros mismos pensamos en dejar de imprimir y seguir ofreciendo nuestras informaciones y reportajes a través del mundo de Internet, pero optamos en que nuestro compromiso debía seguir siendo de la misma manera son nuestros lectores.

Y aquí estamos, más ilusionados que nunca, con nuestro número 400, en el que, en esta especialísima ocasión, cuando dejamos aceleradamente, pero con muchas precauciones, los amargos efectos de la pandemia, hemos querido dar voz a personalidades relevantes de nuestro sector. Son ellos, de primera mano, los que les van a hablar del transporte aéreo y de su futuro. Les felicitamos y les agradecemos por habernos acompañado durante estos 33 años. Y no dejen de hacerlo. Seguiremos estando a la altura.

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