En Madrid el gran operador es Iberia, tanto directamente, como a través de su franquiciada Air Nostrum y acuerdos con otras aerolíneas, actuando de manera similar a los centros de distribución de tráfico de París, Londres, Amsterdam y Frankfurt, y ahora quiere aprovechar la futura situación de la instalación catalana. En 2024, de los 55 millones de pasajeros de El Prat, un 11 por ciento conectaron con otros destinos, siendo su principal aerolínea Vuelíng, con una cuota de mercado del 39,4 por ciento entre enero y junio. Desde allí ofrece un centenar de rutas nacionales e internacionales.
Junto con Ryanair y EasyJet, ha convertido a Barcelona en el segundo aeropuerto mejor conectado en el corto y medio alcance de Europa, mientras Level lidera allí las rutas intercontinentales en pasajeros (375.000 en el primer semestre) y rutas (7). Una clave para que un aeropuerto sea un “hub” es disponer de una gran capilaridad de vuelos de corto radio que los llenen, dado que con el tráfico propio no suele ser suficiente para alcanzar los niveles de tráfico de pasajeros deseados. La ampliación servirá para demostrar hasta qué punto Barcelona puede aprovechar este potencial, así como quién tiene el potencial para aprovecharlo más, y Vueling tiene todas las papeletas y por eso ya se está preparando.
Habrá que ver si lo exprime más potenciando los enlaces intercontinentales de Level o con aerolíneas extranjeras, como actualmente sucede con Asia. La gran apuesta es convertirse en una de las puertas de entrada del turismo asiático en Europa, eso sí, sin olvidar América. Para esa apuesta intercontinental se va a ampliar la pista más cercana al mar, para que pueda acoger los aviones de mayor tamaño con su peso máximo de despegue, en especial los Airbus A350 y Boeing 777; y construir una nueva terminal satélite conectada con las otras con un tren automático.
Todo ello se llevará unos 2.500 millones de euros, mientras que la remodelación de las dos existentes absorberá los otros 700 millones. La Comunidad Autónoma de Cataluña, a través de su Gobierno y de las instituciones económicas, defiende la necesidad de impulsar los vuelos intercontinentales para contribuir a su internacionalización, atrayendo empresas de nueva creación, ferias y turismo, y piensa que se abrirán dos decenas de rutas nuevas con Asia. Una ciudad y su área de influencia no suele ser suficiente para el crecimiento esperado, y más si está especializado el aeropuerto en vuelos de bajos costes.

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