El COPAC recuerda que las limitaciones de tiempo de actividad y de descanso de las tripulaciones especializadas en lucha contra incendios (LCI) se basan en criterios científicos que garantizan unas condiciones mínimas de seguridad física y mental. Superar esos límites, añade la corporación, pone en peligro la integridad de los pilotos que deben afrontar misiones en escenarios de gran exigencia y estrés, lo que puede comprometer las operaciones aéreas de extinción.
La organización reprocha a las autoridades la falta de previsión y de planificación de los recursos necesarios, tanto materiales como humanos, para hacer frente a una campaña especialmente dura. En este sentido, denuncia que se vuelva a recurrir a exenciones que modifican los límites reglamentarios de actividad de los pilotos, como ya ocurrió en 2022 cuando se amplió de 80 a 120 horas el máximo permitido. COPAC asegura que, entonces, trasladó su oposición porque la decisión ponía a los profesionales frente a riesgos asumidos de manera individual sin contar con las medidas preventivas adecuadas.
El colegio considera preocupante que se repitan soluciones improvisadas en lugar de desarrollar un marco normativo sostenible y seguro que garantice los medios necesarios durante las campañas de incendios. Por ello, solicita un compromiso firme de autoridades, administraciones y operadores aéreos para mejorar la planificación de la extinción, con un enfoque en la prevención y la seguridad de los pilotos.
El COPAC subraya que los pilotos de extinción de incendios son profesionales altamente especializados que prestan un servicio público esencial. Insiste en que su labor debe realizarse en condiciones seguras y con la gestión adecuada por parte de las autoridades aeronáuticas y medioambientales.
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