La iniciativa será ahora objeto de debate en el Parlamento Europeo y el Consejo, conforme al procedimiento legislativo ordinario. Entre las próximas acciones, la Comisión prevé la constitución del Space Team Europe, un foro de alto nivel para aunar capacidad y excelencia en el ecosistema espacial, así como el desarrollo de una metodología específica para monitorizar la competitividad de la UE en este sector a partir de 2025.
Según reconoce la propia Comisión Europea, hasta que se consiga aprobar la nueva regulación el sector espacial europeo, seguirá sufriendo una notable fragmentación debido a la coexistencia de diferentes enfoques nacionales, lo que limita la innovación, reduce la cuota de mercado europea y genera costes añadidos para las empresas del sector.
La nueva iniciativa persigue reducir la burocracia, proteger los activos espaciales y facilitar unas condiciones de competencia equitativas en toda la Unión, reforzando así tanto el mercado interior como las posibilidades de exportación.
La propuesta de Ley europea del Espacio está fundada sobre tres grandes ejes: seguridad, resiliencia y sostenibilidad.
En materia de seguridad, la normativa responde al creciente riesgo de congestión orbital, con 11.000 satélites ya en órbita y previsiones de 50.000 lanzamientos adicionales en la próxima década, a los que se suma la amenaza de más de 128 millones de piezas de escombros existentes. Para prevenir colisiones y escenarios de inutilización de órbitas clave, la ley introduce el seguimiento mejorado de objetos y normas estrictas para la eliminación segura de satélites al término de su vida útil.
En el ámbito de la resiliencia, la propuesta aborda la protección frente a ciberataques e interferencias electrónicas, exigiendo a todos los operadores la realización de evaluaciones de riesgo completas a lo largo de todo el ciclo de vida de los satélites y la adopción de medidas específicas de ciberseguridad y reporte de incidentes.
En cuanto a la sostenibilidad, la Comisión establece un sistema común para medir el impacto medioambiental de las actividades espaciales, lo que permitirá a la industria reducir su huella y avanzar en soluciones innovadoras, como la prolongación de la vida útil de los satélites y la minimización de residuos espaciales.
La aplicación de estas normas alcanzará tanto a activos nacionales como de la propia UE, así como a operadores de terceros países que ofrezcan servicios en territorio europeo. Para facilitar la adaptación, se contempla apoyo específico, incluyendo el acceso a instalaciones de ensayo y ayudas para la tramitación de autorizaciones, con especial atención a empresas emergentes y pymes.
Esta propuesta llega acompañada de una visión estratégica sobre la economía espacial europea, destinada a responder a los desafíos globales y a fortalecer la competitividad frente a tensiones geopolíticas y competencia internacional. El espacio se confirma así como un sector de rápido crecimiento, con impacto directo en áreas clave como el medio ambiente, la agricultura, la energía, el transporte y la seguridad.
La Ley europea del Espacio representa una prioridad para la Comisión Europea, tal como se recoge en los informes Draghi y Letta, la Brújula de Competitividad y el programa de trabajo para 2025, reflejando la voluntad común de los Estados miembros de articular un mercado interior cohesionado y estable para las actividades espaciales del continente.
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