Europa impulsa el proyecto A4CLIMATE para reducir el impacto climático de la aviación

Estelas de condensación medidas con el avión de investigación DLR Falcon 20E / DLR-Monika Scheibe. Ilustración generada con IA a partir de una imagen de A4CLIMATE
Estelas de condensación medidas con el avión de investigación DLR Falcon 20E / DLR-Monika Scheibe. Ilustración generada con IA a partir de una imagen de A4CLIMATE
La aviación no solo contribuye al calentamiento global con emisiones de CO₂, sino también a través de efectos no CO₂ como las estelas de condensación. Estos finos cirros artificiales, que se forman entre los 8 y 14 kilómetros de altitud, pueden permanecer durante horas y provocar un impacto térmico anual equiparable al de todo el CO₂ emitido por la aviación desde sus inicios.

Con el objetivo de reducir el impacto climático del transporte aéreo, la Unión Europea promueve el proyecto A4CLIMATE. Esta iniciativa, liderada por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), reúne a 17 socios de nueve países y busca minimizar la formación de estelas mediante rutas de vuelo inteligentes, motores avanzados y el uso de combustibles sostenibles alternativos.

A4CLIMATE combina modelos atmosféricos y sistemas de medición de última generación para analizar 400 vuelos comerciales planificados con el fin de evitar zonas con alta probabilidad de estelas. Los datos de satélite, observaciones en tierra y mediciones en vuelo permiten evaluar cómo los sistemas de propulsión modernos y los combustibles alternativos pueden reducir su formación.

La compañía TUIfly, con el apoyo de DLR y la empresa FLIGHTKEYS, ha iniciado vuelos de demostración para probar algoritmos que calculan rutas con menor impacto climático. Estas rutas buscan esquivar capas atmosféricas propensas a generar estelas, equilibrando el coste operativo con la reducción del efecto climático.

Los primeros ensayos mostraron desafíos operativos, como la complejidad del tráfico aéreo, la meteorología cambiante y el aumento del consumo de combustible al alargar ciertas trayectorias. Para afrontarlos, A4CLIMATE implementa ahora un sistema automatizado que proporciona retroalimentación inmediata a pilotos y aerolíneas, procesando datos en tiempo real y verificando su eficacia mediante observaciones por satélite.

En paralelo, se analiza cómo los motores de combustión pobre y baja emisión de hollín influyen en la formación de estos cirros. En las pruebas de noviembre de 2025, el avión de investigación Falcon 20E del DLR sigue vuelos de TUIfly equipados con estos motores para medir las propiedades de las estelas generadas.

Las partículas de hollín actúan como núcleos para los cristales de hielo que forman las estelas. Aunque los ensayos en tierra muestran niveles de hollín muy bajos, el efecto real sobre el impacto climático sigue siendo incierto. A4CLIMATE estudiará durante los próximos años esta relación y comparará distintos enfoques de mitigación, desde cambios tecnológicos hasta medidas operativas.

El proyecto, financiado por el programa Horizonte Europa de la Unión Europea con una duración de cuatro años, traduce su conocimiento en herramientas aplicables al sector. La consultora PNO Innovation Germany coordina las actividades de comunicación y explotación de resultados para facilitar su adopción por aerolíneas, autoridades y fabricantes, contribuyendo así a una aviación más compatible con el clima.

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