El acuerdo, rubricado por Bruno Fichefeux, responsable de programas futuros de Airbus, y el doctor Stefan Weber, vicepresidente sénior de ingeniería y tecnología de MTU Aero Engines, establece una hoja de ruta en tres fases para llevar al mercado motores de célula de combustible impulsados por hidrógeno.
La colaboración aúna la experiencia de Airbus, especialista en aeronaves y pionero en aviación alimentada por hidrógeno gracias a su proyecto ZEROe, y de MTU Aero Engines, experto global en propulsión para aviones comerciales y militares y referente en el desarrollo de sistemas como el Flying Fuel Cell.
El primer paso de la hoja de ruta será madurar los bloques tecnológicos esenciales mediante proyectos de investigación conjunta, como Clean Aviation. En una segunda etapa, ambas compañías alinearán sus planes de investigación y tecnología en lo referente al hidrógeno. El trabajo conjunto permitirá, en una tercera fase, considerar el desarrollo de un motor de célula de combustible para aeronaves.
Airbus confirmó en marzo de 2025, durante su cumbre anual, que centrará sus esfuerzos de investigación en sistemas totalmente eléctricos con célula de combustible, tras validar la viabilidad de estos sistemas a través de prototipos y ensayos de integración, así como de investigación en tecnologías complementarias como la criogenia.
Por su parte, MTU Aero Engines ha dado pasos relevantes en los últimos meses: ha definido el diseño de su Flying Fuel Cell, iniciado la fabricación de componentes para el demostrador, probado por primera vez su motor eléctrico eMoSys y puesto en marcha su primer banco de pruebas en Múnich. Además, MTU lidera el proyecto HEROPS dentro de Clean Aviation, con el objetivo de desarrollar tecnologías que permitan propulsión climáticamente neutra basada en hidrógeno.
Ambas compañías afirman que el desarrollo de la tecnología de hidrógeno y la creación de una economía y normativas específicas son esenciales para la incorporación a gran escala de estos sistemas en la aviación comercial del futuro. Airbus mantiene como objetivo llevar al mercado el primer avión comercial propulsado por hidrógeno, revolucionando el transporte aéreo de manera comparable al impacto de los vehículos eléctricos en el sector automotriz.
MTU Aero Engines, con más de 13.000 empleados en 19 sedes y una facturación de 7.500 millones de euros en 2024, subraya que la colaboración con Airbus permitirá avanzar no solo en madurez tecnológica sino también en la integración de estos nuevos sistemas de propulsión en plataformas reales. Ambas empresas esperan que esta alianza marque el primer paso hacia el desarrollo industrial de motores de hidrógeno para la aviación comercial, contribuyendo así a una aviación más sostenible.