Los gigantes europeos Airbus, Thales y Leonardo trabajan en fusionar sus negocios satelitales en el 'Proyecto Bromo'

Imagen de satélites generada con IA.
Imagen de satélites generada con IA.
Las tres principales compañías aeroespaciales de Europa, Airbus, Thales y Leonardo, han alcanzado un acuerdo marco inicial para unificar sus divisiones satelitales en una empresa conjunta valorada en 10.000 millones de euros, según confirmaron dos fuentes próximas a las negociaciones el pasado lunes.​

Leonardo, Airbus y Thales han logrado este primer entendimiento tras más de un año de conversaciones intermitentes sobre la denominada "Proyecto Bromo", cuyo nombre hace referencia a un volcán indonesio. La iniciativa busca establecer un fabricante de satélites europeo capaz de competir directamente con rivales estadounidenses y chinos, especialmente frente a Starlink, la constelación de Elon Musk.​

Este acuerdo preliminar constituye únicamente la etapa inicial de un proceso que podría extenderse hasta dos años antes de su implementación definitiva, advirtieron las fuentes conocedoras de las conversaciones. Las tres compañías declinaron realizar comentarios sobre el asunto.​

Las negociaciones habían enfrentado obstáculos significativos durante el verano, cuando las partes no lograron consensuar aspectos fundamentales relacionados con la gobernanza y la valoración de los activos, lo que provocó un estancamiento temporal del acuerdo. Una de las fuentes indicó que las discusiones, que implican el reparto entre Francia e Italia de tecnologías y empleos estratégicamente sensibles, se han visto complicadas por la crisis política francesa.​

El principal desafío pendiente será superar la revisión de competencia por parte de la Comisión Europea. Los intentos previos de fusionar las actividades satelitales en los últimos años fracasaron debido a preocupaciones sobre la competencia y a rivalidades nacionales.​

Sin embargo, el espectacular crecimiento de la red Starlink de Elon Musk ha incrementado sustancialmente la presión sobre Europa para unir sus recursos, bajo la amenaza de quedar marginada del mercado global. SpaceX alcanzó el hito de lanzar su satélite número 10.000 de Starlink el pasado 18 de octubre, consolidando su dominio con más de 8.600 satélites operativos en órbita terrestre baja.​

La nueva empresa fusionará las actividades satelitales deficitarias de Airbus con las de Thales Alenia Space y Telespazio, dos empresas conjuntas actualmente controladas por Thales de Francia y Leonardo de Italia. Thales Alenia Space es una empresa conjunta donde Thales posee el 67 por ciento y Leonardo el 33 por ciento restante. Por su parte, Telespazio presenta una estructura inversa, con Leonardo controlando el 67 por ciento y Thales el 33 por ciento.​

Las tres corporaciones son los únicos fabricantes europeos capaces de producir sistemas espaciales completos en lugar de componentes individuales. Thales Alenia Space se especializa en comunicaciones y plataformas de observación sofisticadas, Leonardo aporta experiencia en óptica y electrónica espacial, mientras que Airbus Defence and Space, distribuida entre Alemania, Francia, España y Reino Unido, suministra desde estructuras de lanzamiento hasta buses satelitales.​

Según la consultora parisina Novaspace, se prevé el lanzamiento de más de 43.000 satélites en la próxima década, lo que representa un mercado de 665.000 millones de dólares (570.230 millones de euros) para los servicios de fabricación y lanzamiento. Cinco megaconstelaciones gubernamentales y comerciales representarán el 66 por ciento de los satélites lanzados entre 2025 y 2034, aunque sólo el 11 por ciento del valor del mercado.​

Los fabricantes europeos de satélites han competido históricamente en la creación de satélites espaciales complejos en órbita geoestacionaria, pero ahora enfrentan la proliferación de satélites pequeños y económicos en órbita terrestre baja. Esta transformación tecnológica ha obligado a los operadores a replantearse sus estrategias, alejándose de satélites geoestacionarios elaborados hacia sistemas proliferados en múltiples órbitas.​

La Comisión Europea demostró este año su apoyo a la consolidación del sector espacial al aprobar sin condiciones la adquisición de Intelsat por parte de SES por 3.100 millones de dólares en junio. Este precedente podría facilitar la revisión del Proyecto Bromo, aunque la complejidad y escala de esta nueva iniciativa presenta desafíos regulatorios significativamente mayores.​

El contexto geopolítico actual ha intensificado la urgencia de esta consolidación. La guerra de Ucrania ha demostrado la importancia decisiva de las imágenes satelitales en tiempo real y las comunicaciones para las operaciones militares modernas. La creciente relevancia militar de la tecnología espacial ha reforzado la necesidad de independencia estratégica europea.​

Las fuentes indicaron que la empresa conjunta probablemente se dividirá en tres partes aproximadamente iguales, aunque la estructura exacta de propiedad todavía se encuentra en negociación.​

Se espera que la nueva compañía tenga su sede en Toulouse, ciudad donde Airbus mantiene su centro de operaciones principal. 

Rolf Densing, responsable de operaciones de la Agencia Espacial Europea, advirtió que si bien la consolidación puede ser esencial para que las empresas europeas alcancen el tamaño necesario para la competencia global, una concentración excesiva podría restringir las opciones de los clientes. "Tener sólo uno en el futuro no es muy útil. Por otro lado, necesitan una masa crítica de negocio, lo cual comprendo perfectamente", declaró.​

La Agencia Espacial Europea funciona como el principal comprador de satélites de Europa, y sus perspectivas probablemente influirán en los funcionarios de la Comisión Europea que deben aprobar cualquier consolidación. La Comisión posee autoridad para impedir acuerdos que considere perjudiciales para la competencia.​

China también representa un desafío creciente en el sector espacial, con dos constelaciones gubernamentales creíbles: Qianfan y Guowang. Junto con Starlink de SpaceX y el Proyecto Kuiper de Amazon, estas cinco megaconstelaciones dominarán el panorama satelital de la próxima década.

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