Bruselas consideraba inicialmente que la fusión podría reducir significativamente la competencia en los mercados mundiales de aeroestructuras y grandes aviones comerciales. La principal preocupación radicaba en que tanto Boeing como Airbus dependen de Spirit como proveedor de componentes críticos.
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, explicó en declaraciones a El Confidencial, que "nos preocupaba que, al adquirir Spirit, Boeing tuviera un incentivo para detener o limitar los suministros a su competidor, Airbus". Esta situación podría haber provocado un aumento de los precios y dificultado la disponibilidad de grandes aviones comerciales, encareciendo los billetes para los pasajeros europeos.
Compromisos estructurales de Boeing
Para obtener la aprobación europea, Boeing ha aceptado ceder a Airbus todos los negocios de Spirit que actualmente le suministran aeroestructuras, incluyendo todos los activos y personal necesarios. Esta medida busca asegurar la continuidad de la cadena de suministro del fabricante europeo.
Adicionalmente, Boeing venderá las instalaciones de Spirit en Malasia a Composites Technology Research Malaysia (CTRM). CTRM es una empresa especializada en tecnología de materiales compuestos reconocida como proveedor aeroespacial de segundo nivel, que actualmente fabrica componentes para diversos modelos de Airbus, incluyendo el A320, A350, A380 y A400.
Supervisión de los compromisos
La decisión aprobatoria está condicionada al pleno cumplimiento de estos compromisos bajo la supervisión de la Comisión Europea. Un administrador independiente supervisará la aplicación de las medidas correctivas.
Contexto de la operación y próximos pasos
Spirit AeroSystems fue originalmente una división de Boeing hasta 2005, cuando fue escindida como empresa independiente. La reintegración busca que Boeing optimice sus operaciones y mejore el control de calidad tras los problemas del 737 MAX.
La adquisición incluye las operaciones comerciales relacionadas con Boeing, así como actividades comerciales, de defensa y posventa adicionales. La operación aún requiere la aprobación de los reguladores estadounidenses para completarse.
Spirit AeroSystems, por su parte, calificó esta decisión como "otro hito hacia el cierre de la transacción, esperado para este trimestre".
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