Con una cartera total de más de 300 aeronaves propias y comprometidas en arrendamiento a 84 aerolíneas distribuidas en 48 países, la compañía continúa apostando por la expansión de su flota con modelos de última generación.
El consejero delegado de Macquarie AirFinance, Eamonn Bane, ha subrayado que este pedido incremental se alinea con la estrategia de crecimiento y el compromiso de la empresa en ofrecer soluciones sostenibles y rentables para sus clientes en todo el mundo. El Boeing 737-8, que puede transportar hasta 210 pasajeros y ofrece una autonomía de hasta 6.480 kilómetros, destaca por su bajo consumo de combustible y reducción de emisiones de carbono en un 20 por ciento respecto a los aviones a los que reemplaza, lo que lo convierte en una opción atractiva para la modernización de flotas.
Actualmente, los pedidos de arrendadores representan casi una cuarta parte de la cartera global de pedidos de la familia 737 MAX. Según las previsiones de Boeing, se necesitarán 33.000 nuevos aviones de pasillo único en los próximos 20 años para responder a la renovación de flota y el crecimiento del tráfico aéreo mundial. Macquarie AirFinance gestiona, además, una cartera en firme de 105 aviones Boeing y Airbus de nueva generación, consolidando su presencia en el mercado global de leasing de aeronaves.
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