El beneficio neto del periodo refleja una pérdida de 5.339 millones de dólares, una mejora respecto a los 6.174 millones negativos del tercer trimestre de 2024, aunque sigue mostrando dificultades por la dotación de 4.900 millones derivada de los ajustes en el calendario de certificación del 777X. En comparación con el trimestre anterior, el resultado volvió a negativo tras un ligero repunte.
La división de aviones comerciales entregó 160 unidades, el volumen trimestral más elevado desde 2018 y un incremento del 38% frente a las 116 entregas realizadas en el tercer trimestre de 2024. La cifra también confirma la estabilización productiva respecto a los meses previos y adelanta un nuevo ritmo de producción, con acuerdo para alcanzar 42 unidades mensuales del 737 tras el visto bueno de la FAA en octubre.
El flujo de caja operativo del trimestre fue de 1.100 millones de dólares, una variación negativa respecto a los 1.345 millones logrados en el tercer trimestre de 2024, aunque supone un repunte tras varios periodos en negativo. El flujo de caja libre, no conforme a PCGA, se situó en 200 millones de dólares, ratificando el impulso de las entregas comerciales.
La cartera de pedidos total cerró el trimestre en 636.000 millones de dólares, un aumento respecto al cierre del periodo anterior y que incluye más de 5.900 aviones comerciales, con un valor de 535.000 millones de dólares. La división de Defensa, Espacio y Seguridad registró ingresos por 6.900 millones, frente a los 6.900 millones del trimestre previo, mostrando estabilidad operativa y mejorando ligeramente en comparación anual.
El saldo de tesorería y valores negociables se mantuvo estable en 23.000 millones de dólares en comparación con el trimestre anterior y la deuda consolidada apenas varió, situándose en 53.400 millones de dólares. Estos datos reflejan una posición financiera consistente frente a meses previos y a igual periodo del año anterior. 
								
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