Informaciones de agencias internacionales como Bloomberg y Reuters señalan directamente Sofitec Aero, como origen del problema, una firma especializada con sede en Sevilla. Este proveedor comparte la fabricación de dichas piezas con Turkish Aerospace Industries (TAI), cuyos lotes no han presentado incidencias técnicas.
El desglose de la flota afectada revela dos escenarios logísticos distintos para la compañía. De las unidades señaladas, 168 aviones se encuentran actualmente en servicio comercial y deberán retornar a las instalaciones para someterse a revisión. Por otro lado, existen 460 aparatos que todavía permanecen bajo la custodia del fabricante en diversas fases de la cadena de montaje, lo que alterará el calendario industrial previsto.
La inmovilización de estas unidades en fase de producción tiene consecuencias directas en los objetivos anuales del consorcio. La compañía ha comunicado oficialmente que no podrá alcanzar la meta de 820 entregas de aviones comerciales fijada para este año. Las nuevas estimaciones sitúan la cifra final en el entorno de las 790 aeronaves, debido a que 245 de los A320 afectados estaban ya en la línea de ensamblaje final.
Pese a que los informes internos apuntan al suministrador andaluz, la postura oficial de Airbus ha sido asumir la responsabilidad corporativa ante sus clientes. Fuentes de la empresa subrayan que la garantía de calidad recae sobre el integrador final, independientemente del origen de los componentes. Han aclarado que la no conformidad se originó en un proveedor externo dentro de una estrategia de abastecimiento dual.
Es fundamental destacar que el fabricante ha descartado riesgos inmediatos para la seguridad de las operaciones aéreas actuales. Las inspecciones anunciadas se enmarcan dentro de los protocolos de precaución habituales en el sector para asegurar la integridad estructural a largo plazo. Se espera que la mayoría de las piezas cumplan los criterios de tolerancia y solo una fracción menor requiera intervenciones de reparación.
La reacción de los mercados financieros fue severa en un primer momento tras conocerse la noticia. El anuncio provocó una caída bursátil que redujo la capitalización en casi 9.000 millones de euros en pocos días. No obstante, la transparencia en la gestión de la crisis ha permitido una estabilización posterior. Las acciones experimentaron un repunte del 3,4% tras confirmarse el ajuste de las entregas y la contención del problema.
Sofitec, dirigida por su consejero delegado José Miguel Hernández, es un actor relevante en el tejido aeroespacial del sur de Europa. La empresa facturó cerca de 50 millones de euros en el último ejercicio y proyecta un crecimiento sostenido a medio plazo. Su cartera de pedidos actual asciende a 450 millones de euros, garantizando carga de trabajo gracias a su participación en programas clave como el A350 y el propio A320.
Existe preocupación en el polo aeronáutico de la región por el posible impacto negativo en la imagen, que este episodio pueda generar en una industria consolidada que emplea a más de 15.000 profesionales.
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