Los datos de IATA revelan un escenario de relativa solidez operativa pese a factores adversos significativos. Los ingresos totales de la industria se espera que alcancen los 1.053 billones de euros en 2026, representando un crecimiento del 4,5% respecto a los 1.008 billones proyectados para 2025. Este incremento será impulsado principalmente por el aumento del tráfico de pasajeros, que se espera crezca un 4,9%, alcanzando 5.200 millones de pasajeros. El beneficio operativo se proyecta en 72.800 millones de euros, un 8,8% superior al de 2025, mejorando el margen operativo al 6,9% desde el 6,6% de 2025.
La rentabilidad por pasajero transportado permanecerá en 7,90 euros en 2026, según las proyecciones de IATA. Esta cifra se sitúa por debajo del máximo histórico de 8,50 euros alcanzado en 2023, aunque sin cambios respecto a 2025. El factor de ocupación de los vuelos continuará estableciendo máximos históricos, alcanzando el 83,8% de los asientos disponibles. Esta métrica, combinada con una cuidadosa gestión de capacidad, permitirá a las aerolíneas mantener la rentabilidad a pesar de que la demanda de tráfico registre una desaceleración moderada respecto a 2025.
Willie Walsh, Director General de la IATA, subrayó que la generación de márgenes del 3,9% y beneficios de 41.000 millones de euros representa una noticia extraordinariamente positiva considerando los múltiples desafíos que afronta el sector. Entre estos desafíos se encuentran el incremento de costos derivado de cuellos de botella en la cadena de suministro aeronáutico, conflictos geopolíticos, el débil crecimiento del comercio mundial y una creciente carga regulatoria. Las aerolíneas han construido resiliencia amortiguadora en sus negocios que está entregando rentabilidad estable, explicó.
Un aspecto crítico de la perspectiva de la IATA es la evaluación del retorno sobre el capital invertido (ROIC). En 2026, se espera que el ROIC alcance el 6,8%, manteniéndose sin cambios respecto a 2025. No obstante, esta cifra permanecerá por debajo del costo medio ponderado del capital (WACC), estimado en 8,2% para 2026. Esta brecha persistente entre rentabilidad y costo de capital plantea un desafío estructural significativo para el sector, incluso en años de fuerte desempeño operativo.
El crecimiento de los ingresos del 4,5% se espera que supere el crecimiento de los gastos operativos del 4,2%, alcanzando los 981.000 millones de euros en 2026. Esta diferencia de 0,3 puntos porcentuales se traducirá en una mejora neta de 1.500 millones de euros en la rentabilidad de la industria. Las presiones de costos se distribuyen entre múltiples categorías: costos de combustible, gastos de personal, mantenimiento, tarifas aeroportuarias y cargos de navegación aérea.
Los ingresos de pasajeros se proyectan en 751.000 millones de euros en 2026, un incremento del 4,8% respecto a los 716.000 millones estimados para 2025. Este crecimiento será impulsado principalmente por la expansión del 4,9% en kilómetros de pasajero pagados (RPK), mientras que los rendimientos se mantendrán relativamente planos. Los ingresos por servicios auxiliares crecerán un 5,5%, alcanzando 145.000 millones de euros. Las aerolíneas están diversificando sus fuentes de ingresos más allá de las tarifas base, con servicios auxiliares representando actualmente el 14% de los ingresos totales, en comparación con el 12-13% en el período anterior a la pandemia.
Los ingresos de carga continuarán siendo un componente vital del desempeño financiero, alcanzando 158.000 millones de euros en 2026, un aumento del 2,1% respecto a 2025. Este segmento sigue beneficiándose de la demanda robusta de envíos de alto valor y tiempo sensible, particularmente en comercio electrónico y semiconductores. A pesar de la desaceleración del comercio global proyectada para 2026, los rendimientos de carga se espera que permanezcan estables, aproximadamente 30% por encima de los niveles anteriores a la pandemia, gracias a la persistencia de restricciones de capacidad.
Los costos de combustible se espera que disminuyan ligeramente a 252.000 millones de euros en 2026, una contracción del 0,3% respecto a los 253.000 millones proyectados para 2025. El factor fundamental será la previsión de caída de los precios del crudo Brent a 62 dólares (aproximadamente 56,70 euros) el barril, una reducción del 11% respecto a los 70 dólares (64,40 euros) esperados para 2025. Sin embargo, los márgenes sobre los precios del crudo se mantienen elevados, limitando la magnitud de la rebaja en precios del combustible de aviación.
Las mejoras en eficiencia de combustible se han estancado en tan solo un 1% anual, según proyecciones de IATA. Este estancamiento refleja los desafíos estructurales derivados de las limitaciones en la renovación de flota debido a retrasos en la entrega de aeronaves. La edad promedio de la flota ha alcanzado máximos históricos de más de 15 años, combinado con una tasa de consumo esperada en aumento. El consumo total de combustible se espera que crezca un 2,7% a 106.000 millones de galones en 2026.
Los costos de cumplimiento con el esquema de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA) se proyectan en aumento a 1.700 millones de euros para 2026, comparado con 1.300 millones en 2025. Los costos adicionales del Combustible de Aviación Sostenible (SAF) se espera que alcancen 4.500 millones de euros en 2026, aunque la disponibilidad de SAF representa apenas el 0,8% del consumo total de combustible. Esta brecha entre objetivos de sostenibilidad y disponibilidad real de combustibles alternativos sigue siendo un desafío crítico para el sector.
Los costos no relacionados con combustible se proyectan en aumento del 5,8% a 729.000 millones de euros. El factor dominante es el costo laboral, que ahora representa el 28% de los gastos operativos totales, el componente de costo más importante. Las presiones salariales continúan superando la inflación en el contexto de mercados laborales muy ajustados. Los costos de mantenimiento están escalando debido al envejecimiento de las flotas y a las disrupciones en cadenas de suministro que afectan la disponibilidad de repuestos. Las tarifas de arrendamiento de aeronaves han alcanzado máximos históricos, incrementando los costos de propiedad.
La carga aérea global llegará a un factor de carga del 45,3% en 2026 en línea con 2025, reflejando la expectativa de que la demanda de carga aérea crecerá más lentamente que en 2025 aunque a un ritmo más robusto que el comercio mundial general. La volatilidad del comercio internacional y la persistencia de incertidumbre en aranceles refuerzan el papel de la aviación como el modo de transporte más confiable, particularmente para mercancías sensibles al tiempo.
El tráfico de carga aéreo se proyecta en crecimiento del 2,6% para 2026, liderado por Asia Pacífico con un aumento del 6%, mientras que otras regiones crecerán aproximadamente un 2%. Se proyecta que los volúmenes de carga alcancen 71.600 millones de toneladas en 2026. El transporte aéreo ha demostrado ser crítico en la adaptación global a políticas comerciales volátiles, facilitando que las exportaciones chinas se redirijiesen a mercados alternativos cuando enfrentó restricciones arancelarias estadounidenses.
Regionalmente, Europa se proyecta como la región más rentable en términos de beneficio neto absoluto, generando 14.000 millones de euros en 2026 con un margen del 4,9%. El Oriente Medio mantiene los márgenes de beneficio neto más elevados globalmente al 9,3%, reflejando un entorno regulatorio favorable y una posición estratégica como centro de conexión global. Asia Pacífico continúa liderando el crecimiento de tráfico con un aumento del 7,3% en RPK. América del Norte genera 11.300 millones de euros en beneficio neto, pero enfrenta desafíos de estancamiento en el mercado doméstico estadounidense.
La encuesta de opinión pública de IATA realizada en octubre-noviembre de 2025 entre pasajeros de 14 países revela que el 97% expresó satisfacción con su última experiencia de viaje. El 88% coincidió en que la aviación mejora sus vidas, mientras que el 78% considera que el viaje aéreo representa buen valor por dinero. El 90% está de acuerdo en que la conectividad aérea es crítica para la economía, y el 83% se preocupa por el éxito de la industria de la aviación en el futuro.
El precio real de los pasajes aéreos en dólares estadounidenses de 2025 fue 34,7% más económico en 2025 comparado con 2015. Los pasajeros se espera que se beneficien de mejoras adicionales en eficiencia y fuerzas competitivas que podrían situar los precios promedio de vuelo de ida y vuelta en 2026 un 36,8% por debajo de los niveles de 2015. Esta tendencia de asequibilidad creciente contrasta con las presiones de márgenes bajos que enfrenta la industria operativa.




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