Este crecimiento se atribuye en parte a la anticipación de la entrada en vigor, el pasado 2 de abril, de nuevas tarifas arancelarias propuestas por la administración Trump en Estados Unidos. Muchas empresas optaron por adelantar sus envíos para evitar el impacto de los aranceles, generando así una demanda adicional en el mes de marzo. Además, la caída del precio del combustible para aviones –que disminuyó un 17,3% interanual, sumando nueve meses consecutivos de descenso– ayudó a reducir los costes operativos y favoreció el dinamismo del sector.
Willie Walsh, director general de IATA, señaló que la incertidumbre en torno a la implantación definitiva de las medidas arancelarias podría afectar al comercio global en el futuro. No obstante, destacó que, por ahora, el abaratamiento del combustible representa una ventaja temporal para la industria de la carga aérea, y confió en que los responsables políticos logren acuerdos duraderos que restauren la confianza en las cadenas de suministro internacionales.
La carga aérea por regiones
Por regiones, Asia-Pacífico fue nuevamente el motor del crecimiento, con un incremento de la demanda del 9,6% y una capacidad que avanzó un 11,3%. Norteamérica le siguió con un 9,5% más de demanda y un 6,1% más de capacidad. Europa también registró una subida significativa, con un aumento interanual del 4,5% en la demanda y del 2% en la capacidad. América Latina creció un 5,8% en demanda y un 4,7% en capacidad, mientras que el desempeño de Oriente Medio y África fue menor, con descensos del 3,2% y 13,4%, respectivamente, en la demanda.
En lo que respecta a los principales corredores comerciales, la ruta Europa-Norteamérica se posicionó como la más transitada, con un crecimiento del 8,5% y catorce meses consecutivos al alza. Asia-Norteamérica también mostró fortaleza, con una subida del 7,3%, impulsada por los envíos adelantados ante la inminencia de los aranceles. Por el contrario, los enlaces Europa-Oriente Medio y África-Asia sufrieron caídas, esta última con un descenso del 40,2%, encadenando cuatro meses en negativo.
El entorno económico global también favoreció el comportamiento positivo del sector, con el crecimiento de la producción industrial mundial en un 3,2% y una expansión de los volúmenes comerciales del 2,9%. La moderación de la inflación en mercados clave como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón contribuyó igualmente a la estabilidad del comercio internacional, aunque China permanece en deflación, si bien la tendencia negativa se suaviza.
En conjunto, marzo de 2025 marca un punto de inflexión para la carga aérea global, que se consolida como un eslabón esencial en la recuperación y adaptación de las cadenas logísticas frente a las nuevas reglas del comercio internacional.
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