Kao Shing-Hwang, presidente de China Airlines, destacó que “la tecnología avanzada y las prestaciones del 777-9 ofrecerán a nuestros pasajeros una experiencia de vuelo incomparable, mientras que el 777-8 Freighter, con su alcance extendido y su eficiencia, reforzará nuestra posición destacada en el transporte aéreo de carga. Esta inversión es clave para alcanzar nuestros objetivos de sostenibilidad a largo plazo.”
El 777-9 promete un consumo y unas emisiones un 20% inferiores a las de los modelos que sustituye, así como el coste operativo por asiento más bajo del mercado. Con un alcance de 7.295 millas náuticas (13.510 km) y capacidad para 426 pasajeros en configuración de dos clases, ofrecerá una cabina más espaciosa y cómoda.
Chen Han-Ming, presidente operativo de la compañía, añadió que “la incorporación del 777X nos permitirá mejorar aún más la fiabilidad y la calidad de nuestro servicio, garantizando un viaje más confortable para quienes vuelan con nosotros.”
En el segmento de carga, China Airlines sustituirá sus actuales freighters de la familia 777 por el nuevo 777-8, que mantiene la capacidad de carga de un 747, reduce el consumo y las emisiones un 30% y disminuye la huella acústica hasta un 60%. La compatibilidad de estos nuevos aviones con la flota existente simplificará su integración y mantenimiento.
Desde Everett (Washington), Boeing celebra la confianza renovada de China Airlines, fruto de una relación de cerca de seis décadas que arrancó con los 707 y 727. Hasta la fecha, los pedidos globales de la familia 777X superan los 520 aparatos, sosteniendo miles de empleos en la planta de Everett y en toda su cadena de suministro.
Además de estos 777X, China Airlines cuenta con pedidos de Dreamliners 787, lo que refuerza su flota con modelos de última generación durante los próximos años.
Boeing, una de las principales compañías aeroespaciales y exportadoras de Estados Unidos, desarrolla, fabrica y da servicio a aviones comerciales, sistemas de defensa y plataformas espaciales en más de 150 países.