En este periodo, los ingresos del grupo aumentaron un 7,7%, alcanzando los 7.165 millones de euros, impulsados por un sostenido crecimiento en todas las áreas de negocio. El resultado de explotación se situó en -328 millones de euros, lo que supone una mejora de 161 millones frente al año anterior. Por su parte, el margen de explotación pasó del -7,4% al -4,6%, mostrando una tendencia positiva en la rentabilidad.
El flujo de caja operativo ajustado recurrente, uno de los indicadores clave de la salud financiera del grupo, alcanzó los 783 millones de euros, 190 millones más que en el primer trimestre de 2024. La posición de liquidez continuó siendo sólida con 9.300 millones de euros en caja, tras la amortización de un bono por 515 millones de euros.
A nivel operativo, el grupo transportó a 21,8 millones de pasajeros, un 4,5% más que en el primer trimestre del año pasado. La capacidad ofertada creció un 3,8%, mientras que el factor de ocupación se mantuvo estable en el 86%. El ingreso por asiento-kilómetro (RASK) subió un 3% a tipo de cambio constante, mostrando especialmente fortalezas en rutas hacia Norteamérica y Asia, así como en las cabinas premium.
El consejero delegado, Benjamin Smith, destacó que la compañía “ha demostrado resiliencia en un entorno incierto, gracias a una red diversificada y una apuesta continua por la modernización de la flota y la premiumización de la oferta.” Además, la compañía avanzó en su plan de transición sostenible, incrementando el porcentaje de aviones de nueva generación hasta el 28% de la flota.
En cuanto al futuro, Air France-KLM mantiene sin cambios sus perspectivas para 2025: prevé un aumento de capacidad entre el 4% y 5%, un ligero incremento de costes unitarios y un apalancamiento financiero dentro del rango objetivo de 1,5x-2,0x.
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