Según ha podido conocer El Economista, los actuales propietarios han recibido tres ofertas firmes procedentes de grupos industriales que buscan tomar el control completo de la empresa. Entre los interesados figura una aerolínea europea de vuelo regular, aunque las fuentes consultadas no han revelado su identidad.
La valoración estimada de la operación rondaría los 50 millones de euros, una cifra acorde con su actual EBITDA, cercano a los 8 millones de euros. Para gestionar este proceso, Sherpa Capital y el resto de accionistas han otorgado el mandato de venta al banco de inversión Lincoln.
Sherpa Capital, firma española especializada en inversiones de capital privado, adquirió una participación mayoritaria en Albastar en agosto de 2022 mediante una ampliación de capital de aproximadamente 10 millones de euros. Esta entrada se produjo en un momento crítico para la compañía tras los efectos de la pandemia, para garantizar su continuidad operativa.
La composición accionarial actual sitúa a Sherpa como principal inversor con un 71,1% del capital, mientras que IASCTA (Italy Aviation Service), fundador del proyecto, mantiene el 26%, y otros accionistas minoritarios ostentan el 2,9% restante.
Durante estos años, Albastar ha experimentado una profunda transformación bajo la dirección de Oriol Hernández como consejero delegado. La empresa reorientó su estrategia comercial, potenciando las operaciones en Madrid y Palma de Mallorca, consolidando relaciones con clientes clave y reduciendo significativamente la estacionalidad de su negocio.
El proceso de venta avanza tras haber superado ya la fase de ofertas no vinculantes (NBOs, por sus siglas en inglés) y contar con varias propuestas formales sobre la mesa. De concretarse la operación en los próximos meses, supondría para Sherpa Capital su primera desinversión en 2025.
La red de destinos de Albastar creció hasta superar los 225 en 2024, lo que evidencia su capacidad para gestionar una complejidad operativa comparable a la de aerolíneas regulares de mayor tamaño. La compañía apostó por diversificar sus operaciones entre España e Italia, reforzando segmentos de mercado estratégicos para mejorar rentabilidad.
El fondo que dirige Alfredo Bru ha iniciado también su salida de las bodegas Crego e Monaguillo, mientras que con el capital obtenido de estas desinversiones ha desplegado fondos para adquirir la academia de pilotos Fly By, la compañía industrial Equimodal y la valenciana Transunión como refuerzo para su empresa de camiones Logística Carosán.
Deje un comentario