Con una inversión total de 1.612 millones de euros en la adquisición de estos aviones, Air Europa persigue mejorar la eficiencia operativa y reducir un 25 % las emisiones de CO₂ respecto a modelos anteriores. Este Dreamliner, con capacidad para 296 pasajeros distribuidos en tres cabinas, incorpora la última generación de mejoras aerodinámicas y motores más silenciosos, lo que se traduce en un menor consumo de combustible y una experiencia a bordo más confortable.
La incorporación de este aparato responde al compromiso de modernizar la flota para atender el crecimiento del mercado estadounidense tras la liberalización de derechos de tráfico entre la Unión Europea y Estados Unidos. El Boeing 787-9 permitirá ofrecer más frecuencias, optimizar horarios y consolidar la posición de la aerolínea como referente en las conexiones entre Europa y América.
Con la llegada de este Boeing 787-9, Air Europa ya opera ocho Dreamliner, que complementan los seis 787-8 en servicio. La compañía mantiene un pedido pendiente de cuatro unidades adicionales que irán llegando de forma progresiva hasta 2027. La expansión de la flota de largo alcance coincide con la apertura de nuevas rutas de temporada a destinos como Bogotá, Lima y Buenos Aires, así como con el refuerzo de frecuencias a La Habana y Santo Domingo.
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