Durante su encuentro semanal con la prensa, el presidente dominicano Luis Abinader afirmó que aún se están considerando diversos factores antes de emitir una respuesta definitiva. “Estamos evaluando internamente. Hay muchos dominicanos y venezolanos que necesitan ese vuelo directo. Les estaremos dando respuestas en los próximos días”, declaró el mandatario en La Semanal con la Prensa.
La solicitud de reanudar los vuelos fue impulsada por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela el pasado 15 de junio, y respaldada públicamente por el presidente Nicolás Maduro, aunque sin un comunicado oficial que restablezca las relaciones diplomáticas o consulares.
A pesar de que Venezuela ha anunciado la reanudación de vuelos hacia República Dominicana, la falta de reciprocidad oficial por parte del gobierno dominicano mantiene en suspenso la conectividad aérea. Esta situación afecta a miles de ciudadanos de ambas naciones que dependen de esta ruta para fines familiares, comerciales y humanitarios.
Las operaciones aéreas entre ambos países fueron suspendidas el 31 de julio de 2024, luego de que Venezuela retirara su personal diplomático de Santo Domingo en respuesta a la postura crítica del gobierno dominicano frente a las elecciones presidenciales venezolanas, consideradas controvertidas por varios países de la región.
Con la suspensión de vuelos de pasajeros y carga en julio de 2024, Venezuela pierde el 54% de su conectividad aérea, afectando a las aerolíneas locales que operaban vuelos directos y limitando su recuperación tras la pandemia y otras crisis económicas que vive desde hace más de una década la nación Sudamericana.
El cierre abrupto de la ruta aérea directa no solo ha significado un retroceso para las aerolíneas, sino que también ha generado complicaciones logísticas para familias separadas, estudiantes y empresariado que depende del intercambio bilateral. Además, agencias de viajes y operadores turísticos han reportado una notable disminución en la demanda de paquetes, mientras que las remesas y envíos de mercancía han debido canalizarse por rutas alternativas, más costosas y lentas.
En este contexto, diversas organizaciones civiles y cámaras de comercio han instado a ambos gobiernos a priorizar el diálogo, subrayando la importancia estratégica de mantener abiertos los canales de comunicación y movilidad. Al mismo tiempo, expertos en relaciones internacionales advierten que la prolongación de la suspensión podría tener un impacto duradero en la percepción mutua y en los proyectos de inversión futuros entre las dos naciones.
Por ahora, las compañías aéreas esperan una decisión que podría marcar un nuevo capítulo en las relaciones entre Santo Domingo y Caracas, aún tensas tras casi un año de distanciamiento diplomático.
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