Esta operación recupera el enlace directo entre Nueva Zelanda y Argentina, suspendido desde 2020. Los vuelos serán operados con aeronaves Boeing 777-300ER y mantendrán el mismo código, MU745 y MU746, por lo que se considera un servicio directo sin cambio de avión. Con una duración aproximada de 25 horas y 30 minutos a la ida y cerca de 29 horas al regreso, se posiciona como uno de los trayectos comerciales más extensos del planeta dentro de la industria.
Tianhua Cheng, directivo de la compañía para Oceanía y América Latina, destacó que este esquema reduce distancias al aprovechar la ruta polar y alinea mejor los husos horarios. La ocupación reportada es alta, alcanzando un 97% en el tramo asiático y un 98% en el segmento hacia Sudamérica. Según reporta el Gobierno de Shanghái, los billetes más económicos rondan los 1.650 euros por tramo, mientras que la clase ejecutiva asciende a unos 5.980 euros.
Este lanzamiento se enmarca en los acuerdos bilaterales y la política de cielos abiertos que impulsa la actual administración. Además del transporte de viajeros, la bodega del Boeing 777 facilitará el intercambio logístico. El regreso de una línea aérea de Asia oriental a Buenos Aires, tras la salida de otras compañías hace una década, marca un hito en la conectividad del hemisferio sur y potencia el turismo receptivo del mercado chino.



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