El objetivo declarado de Startical es mejorar la seguridad, la capacidad y la eficiencia del tráfico aéreo, especialmente en áreas remotas u oceánicas donde actualmente no es viable instalar infraestructuras terrestres. Con su despliegue, se prevé optimizar rutas de vuelo, reducir el consumo de combustible y las emisiones contaminantes, además de reforzar la sostenibilidad y la eficiencia operativa tanto de compañías aéreas como de proveedores de servicios de navegación aérea.
El primer satélite de Startical, bautizado como IOD-1, fue lanzado el 15 de marzo y se encuentra en fase de despliegue orbital, lo que marca un paso relevante tras la aprobación internacional del uso de la banda de frecuencias aeronáuticas para este tipo de servicios en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones celebrada en diciembre de 2023. La segunda prueba está programada para julio de 2025, dentro del marco del proyecto europeo ECHOES, con la finalidad de confirmar la viabilidad tecnológica antes de iniciar la fabricación y despliegue completo de la constelación.
El director general de Enaire, Enrique Maurer, subrayó la relevancia estratégica de esta inversión, que recibe también apoyo de fondos europeos a través de iniciativas como Digital European Sky de SESAR, clave para que España afiance su posición como especialista en soluciones de navegación y vigilancia aérea de ámbito global. Este nuevo respaldo económico se suma a la aportación inicial de 13,4 millones de euros aprobada en 2021, que permitió la creación de Startical y el arranque del proyecto.
Enaire, gestor nacional de navegación aérea y uno de los grandes especialistas europeos en la materia, desempeña un papel esencial en la puesta en marcha de esta iniciativa que, además de servir al sector aéreo, podría ser un catalizador para la digitalización y eficiencia de otros modos de transporte en el futuro.
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