La iniciativa, puesta en marcha en 2024, consistió en la instalación de 30 estaciones distribuidas por la geografía española. Gracias a estos equipos, las aeronaves y los drones equipados con transpondedores ADS-B pueden emitir su posición y otros datos de vuelo, que se transmiten en tiempo real tanto a pilotos como a controladores aéreos. La información se presenta mediante señales visuales y sonoras, alertando de la presencia de otras aeronaves cercanas y contribuyendo así a evitar colisiones y a reducir incidentes en vuelo.
José Luis Rodríguez Castro, director de Sistemas de Enaire tras recoger el galardón. Foto: Diego Gómez.
Este sistema de «conspicuidad electrónica» refuerza la consciencia situacional de los usuarios del espacio aéreo al compartir datos de posicionamiento entre diferentes operadores. El proyecto se alinea con las recomendaciones de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y responde al objetivo de fomentar iniciativas que impulsen un crecimiento seguro de la aviación general, deportiva y no comercial.
En la misma cita profesional, Jesús Romero, jefe de División de Seguridad de Enaire, participó en una mesa redonda titulada ¿Es la inteligencia artificial compatible con los principios fundamentales que sustentan la gestión de la seguridad operacional? A su lado intervinieron representantes de OdiselA y de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA). En este foro, la ex directora de AESA, Isabel Maestre, también recibió un premio por su destacada contribución al sector aeronáutico.
Deje un comentario