Los eurodiputados Borja Giménez Larraz y Nicolás Pascual de la Parte han propuesto realizar pruebas de estrés adicionales y ejercicios conjuntos con organismos como ENISA, EASA y Eurocontrol. El objetivo es simular ciberataques sobre proveedores tecnológicos críticos y comprobar la capacidad de reacción de los Estados de la Unión Europea.
Ambos parlamentarios insisten en la importancia de diseñar planes de contingencia transfronterizos y establecer protocolos comunes para asegurar operaciones básicas durante fallos en los sistemas de facturación o embarque. Lo ocurrido, enfatizan, demuestra cómo una brecha en un proveedor clave puede paralizar la movilidad de cientos de miles de personas y exige respuestas europeas coordinadas.
La medida propone restringir la contratación de proveedores de alto riesgo, especialmente de países terceros, y exige que todos los contratos de servicios esenciales y de seguridad incluyan cláusulas estrictas de ciberseguridad, auditorías independientes y revisiones periódicas que refuercen los sistemas frente a posibles intrusiones.
Finalmente, los eurodiputados instan a vigilar el gasto público en tecnología sensible, con mención específica al uso de cámaras y drones de origen chino por parte del Gobierno de España, por considerar que estos proveedores suponen un riesgo claro para la autonomía estratégica y la protección ciudadana.
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