
Este radar secundario monopulso estará equipado con receptores digitales, tecnología de Modo-S y ADS-B, lo que permite disponer de más información sobre las aeronaves, gestionar el tráfico con más fluidez e incrementar la seguridad, minimizando la ocupación del espectro radioeléctrico. Este tipo de sensores se utilizan para el seguimiento y vigilancia del tráfico aéreo, ya que facilita información relativa a la posición de cada aeronave, su identificación y la altitud a la que vuela, revelando la localización e identificación de todo el tráfico que opera en su área de alcance. Enaire llevará a cabo la renovación del radar de Turrillas mediante la actualización tecnológica de esta estación, que fue construida en 1999 y empezó a operar en el año 2000. Se une a los otros 13 radares de Modo S ya instalados en España, mejorando la vigilancia en las áreas aeroportuarias más importantes de la Península y archipiélagos.
El radar secundario de vigilancia es un sistema que realiza una petición de información a través de una señal de radio a una determinada frecuencia que recibe el avión. Al recibir esta señal, el avión responde a través de un transpondedor, que decodifica la señal y envía la información requerida para que en tierra pueda identificarse, además de su posición, parámetros como la compañía a la que pertenece, la ruta que lleva o la altura a la que vuela. Otra de las mejoras que proporciona la tecnología de Modo S es que proporciona un canal de enlace para la transmisión de información entre el radar y el avión, con lo que la aeronave puede proporcionar información de su plan de vuelo, la intención respecto a rumbo y altitud y otros parámetros del sistema de gestión. De las tecnologías disponibles para mejorar las prestaciones del sistema de vigilancia español es la más madura e implantada, lo que permitirá mejorar la operatividad con los distintos países europeos.
Fotografía: El actual radar de Tumillas.