Grave incidente con globos aerostáticos de propaganda cayendo sobre un Boeing 737-800 en el aeropuerto de São Paulo



Dos grandes globos cayeron este domingo por la maña en la terminal 2 del aeropuerto internacional de São Paulo-Guarulhos. Uno de ellos chocó contra un Boeing 737-800 (PR-GTL) de Gol Linhas Aéreas, que se disponía a realizar un vuelo internacional hacia Aeroparque, en Buenos Aires, y el otro rozó  un camión de reabastecimiento de aeronaves, siendo rescatado por equipos de la firma GRU Aeropuerto.

Las operaciones se detuvieron temporalmente hasta que se restablecieron las condiciones de seguridad. Un enorme globo, decorado con personajes del canal de televisión SBT, llegó a cubrir casi por completo el Boeing 737 de Gol.

Antes otro se estrelló en una región que forma parte de la ruta de aterrizaje RWY10 del aeropuerto internacional de Río de Janeiro. Por el momento, estas operaciones se estaban realizando en una vía aérea cuyo recorrido se ubica en forma perpendicular.

Las situaciones críticas de vuelo en globo y los cambios de ruta y altitud de las aeronaves durante los procedimientos de aproximación son comunes en Brasil. Los globos aerostáticos son un gran peligro para los aviones, ya sea en tierra o en vuelo. El impacto de un globo de este tipo con una aeronave que se aproxima a un aeropuerto puede tener una fuerza de cientos de toneladas, en un rango de fuerza medido en Kilo Newtons (KN).

En tierra, las llamas que alimentan el vuelo del globo pueden encender un avión con pasajeros a bordo.



Desde 2016, el CENIPA -Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos, dependiente de la FAB- ha registrado un promedio de 509 incidentes anuales  con globos del tipo utilizado principalmente en las fiestas de junio, los cuales conllevan un peligro  real para las aeronaves, pues no son identificados por el control radar del tráfico aéreo y pueden pesar hasta 100 kg.

Jurídicamente, el simple hecho de soltar dichos  globos constituye un delito ambiental federal y previsto en el Código Penal, por atentar contra la seguridad del espacio aéreo que prevé prisión de uno a tres años y multa para quienes además los fabriquen, vendan o transporten. (Javier Bonilla, corresponsal del Grupo Edefa en Brasil)

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