El reglamento se inspira en las directrices de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), así como en las Worldwide Airport Slot Guidelines (WASG) que determinan mejores prácticas globales para la gestión eficiente de infraestructuras aeroportuarias.
Uno de los puntos más relevantes de la resolución es la declaración del Aeropuerto Jorge Newbery, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como aeropuerto "facilitado" o de nivel 2, lo que significa que presenta una probabilidad alta de congestión en determinados horarios. A partir de ahora, las aerolíneas deberán coordinar con un facilitador la asignación de franjas horarias para despegues y aterrizajes, garantizando mayor transparencia en los procesos y evitando escenarios de saturación.
El reglamento también introduce un principio de “silencio positivo”, mediante el cual toda solicitud de horarios no respondida en tiempo y forma por el facilitador se considerará automáticamente aprobada. Además, se habilita la cesión de slots entre compañías aéreas, creando un incipiente mercado secundario que permitirá optimizar la utilización de la capacidad aeroportuaria y mejorar la conectividad.
Hasta ahora, los permisos se entregaban de manera discrecional, sin un régimen claro ni una obligación formal de declarar la capacidad de cada aeropuerto. La nueva normativa supone un cambio sustancial, ya que obliga a los explotadores aeroportuarios a publicar sus parámetros de capacidad en pista, terminales y plataformas, estableciendo mecanismos objetivos que regirán las operaciones regulares de pasajeros y carga.
Con esta medida, el sistema argentino de transporte aéreo da un paso hacia la modernización de su marco regulatorio, después de seis décadas de normativas obsoletas. El objetivo es reforzar la competitividad del sector aerocomercial, garantizar un uso eficiente de la infraestructura aeroportuaria y ofrecer mayor previsibilidad tanto a las aerolíneas como a los pasajeros.
El reglamento transitorio funcionará como antesala de un esquema permanente de asignación de slots que el Gobierno prevé implementar tras la finalización de su vigencia. Mientras tanto, servirá como herramienta para ordenar la operación en uno de los principales aeropuertos del país en términos de tráfico de pasajeros y vuelos, marcando un precedente en la gestión del espacio aéreo argentino.
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