El Poder Ejecutivo uruguayo había aprobado el Decreto N° 57/025 que establece una política de cielos abiertos con todas las libertades del aire, como última decisión política del expresidente Luis Lacalle Pou, mantenida por el actual presidente Yamandu Orsi. El texto simplifica trámites administrativos, concede exoneraciones fiscales y autoriza la operación de aeronaves con matrícula extranjera, así como la participación de personal extranjero en actividades aerocomerciales dentro de Uruguay, que la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA) podrá autorizar a la prestación de funciones.
Además, el decreto disponía facilidades para la importación de bienes aeronáuticos, mediante exoneraciones fiscales vinculadas a la importación de aeronaves y equipos destinados a la actividad aeronáutica.
También se modernizaba el marco regulatorio: DINACIA podrá reconocer certificaciones emitidas por autoridades extranjeras, facilitando la habilitación de aeronaves y operadores.
Asimismo, se establece que DINACIA ejercerá exclusivamente la condición de Autoridad Aeronáutica Nacional.
Esta política permite a las diferentes aerolíneas volar a cualquier destino dentro y fuera del país sin restricciones, fomentando la conectividad aérea y la instalación de nuevas opciones y ofertas empresariales.
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