La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado una subida del 6,44% en las tarifas aeroportuarias de Aena a las aerolíneas a partir del 1 de marzo de 2026, tras finalizar la restricción legal que durante la última década limitaba estos incrementos. El aumento, que incluye la recuperación de costes derivados del COVID-19 y del control fronterizo, situará el Ingreso Máximo por Pasajero Ajustado en 11,02 euros.
La resolución publicada el 13 de noviembre de 2025 por el organismo regulador supone el primer incremento significativo en años para el gestor aeroportuario español. Las tarifas aeroportuarias son los importes que Aena cobra a las compañías aéreas por utilizar las infraestructuras y servicios de los aeropuertos, como terminales, pistas, pasarelas, controles de seguridad y estacionamiento de aeronaves. Estos costes se repercuten posteriormente en el precio de los billetes de avión.
El fin de una década de restricciones tarifarias
Entre 2015 y 2025 existió una restricción legal específica que limitaba las subidas anuales de las tarifas aeroportuarias. Durante los periodos regulatorios de 2017 a 2021 y de 2022 a 2025, las tarifas permanecieron estables o incluso bajaron de un ejercicio a otro, con la única excepción del periodo 2023-2024, cuando se registró un incremento del 4,09% tras la aprobación gubernamental de un índice P del 3,5%.
Con la desaparición de esta limitación en 2026, la CNMC ha aplicado la fórmula establecida en la Ley 18/2014 y en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) vigente para el periodo 2022-2026. El incremento del 6,44% se descompone en dos componentes principales: una variación tarifaria base del 6,31% y un 0,13% adicional para recuperar costes extraordinarios.
Composición del incremento tarifario
El aumento se fundamenta en varios componentes técnicos supervisados por la CNMC. El primero es el índice P, que actualiza el precio de servicios que Aena no controla directamente, como los sueldos del personal público, los servicios de navegación aérea, la energía eléctrica o los tributos locales. En julio de 2025, la CNMC estableció este índice en el 1,10% para el ejercicio 2026.
A este factor se añaden los ajustes derivados del factor K, que elimina las diferencias entre el ingreso medio previsto y el real obtenido por Aena debido a composiciones del tráfico distintas a las previstas. La CNMC ajustó al alza la previsión de tráfico de Aena para 2026, estimando 325 millones de pasajeros frente a los 323 millones inicialmente propuestos por el gestor aeroportuario.
Adicionalmente, el incremento incorpora la recuperación de costes extraordinarios acumulados. Los gastos derivados de la gestión del COVID-19 y de la implementación del sistema de control fronterizo Entry/Exit System suponen 0,013 euros por pasajero, equivalentes al 0,13% del aumento total. Estos costes habían quedado pendientes de recuperación en ejercicios anteriores.
Modulación diferenciada por servicios
El incremento del 6,44% no se aplica de forma uniforme a todos los servicios aeroportuarios. La CNMC ha aprobado una modulación asimétrica para alcanzar el equilibrio tarifario entre ingresos y costes de cada prestación patrimonial pública. Según esta distribución, la mayoría de servicios experimentarán una subida del 6,48%, incluyendo aterrizaje, estacionamiento de aeronaves, meteorología, seguridad, pasarelas de embarque, asistencia en tierra, catering y combustibles.
Sin embargo, dos servicios registrarán incrementos superiores. El estacionamiento de aeronaves y la atención a personas con movilidad reducida subirán un 12,00%, duplicando prácticamente el incremento medio. Por el contrario, la tasa de pasajeros experimentará la subida más moderada, del 5,73%.
Esta modulación responde a la necesidad de corregir desequilibrios históricos entre los ingresos obtenidos y los costes reales de determinados servicios. Durante el procedimiento de consultas, las aerolíneas no alcanzaron una posición unánime sobre esta distribución, por lo que Aena aplicó finalmente los criterios establecidos por la CNMC en resoluciones anteriores.
Desacuerdo entre Aena y las aerolíneas
El proceso de consultas previo a la aprobación de las tarifas, que se desarrolló entre mayo y julio de 2025, concluyó con discrepancias significativas entre Aena y las asociaciones de compañías aéreas. Las principales aerolíneas y organizaciones del sector participaron en el procedimiento, incluyendo la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), la International Air Transport Association (IATA), el Airline Operators Committee (AOC España) y compañías como Ryanair, Vueling, IAG y Jet2.com.
El incremento tarifario aprobado por la CNMC se produce en un contexto de elevada tensión entre Aena y Ryanair. Ya en septiembre de 2025, cuando se conoció la propuesta inicial de subida, la aerolínea irlandesa anunció un recorte de un millón de plazas para la temporada invernal, lo que representaba un ajuste del 41% en aeropuertos regionales y del 10% en Canarias. Entre las medidas figuraba el cierre de la base de Santiago de Compostela, con una inversión asociada de 200 millones de dólares (182,3 millones de euros), la suspensión de vuelos a Vigo desde el 1 de enero de 2026 y la cancelación de operaciones con Tenerife Norte. Valladolid y Jerez prolongarían su inactividad, mientras que Zaragoza, Santander, Asturias y Vitoria sufrirían reducciones de hasta el 45%, afectando en total a 36 conexiones. Ryanair atribuyó estos recortes al entonces anunciado incremento del 6,62% en las tarifas, el mayor en más de una década, advirtiendo que amenazaba la conectividad aérea de regiones con ocupaciones próximas al 30%.
La respuesta de Aena fue contundente. En un comunicado firmado por su presidente y consejero delegado, Maurici Lucena, el gestor aeroportuario acusó a Ryanair de desplegar una estrategia de presión política en varios países europeos, incluyendo Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, manteniendo una "política de comunicación deshonesta" al mezclar el debate sobre tarifas reguladas con el encarecimiento medio del 21% en sus propios billetes durante el último año.
El principal punto de desacuerdo se centró en las previsiones de tráfico. Las aerolíneas consideraron excesivamente conservadoras las estimaciones de Aena, previendo un crecimiento del tráfico del 2,7% para el cierre de 2025 y del 5,6% para 2026, con una previsión de 334 millones de pasajeros. Por el contrario, Aena estimó incrementos más moderados del 3,4% para 2025 y del 1,4% para 2026, con un volumen de 323 millones de pasajeros.
Respecto a la recuperación de costes extraordinarios, las aerolíneas propusieron trasladar los gastos del COVID-19 y del control fronterizo al OPEX del próximo DORA III (periodo 2027-2031). Aena rechazó esta propuesta argumentando que dicha transferencia no resulta compatible con la normativa aplicable, debiendo recuperarse estos costes en las tarifas de 2026.
Tras el desacuerdo, tres entidades interpusieron conflictos formales ante la CNMC en agosto de 2025: ALA (14 de agosto), Ryanair (18 de agosto) e IATA (25 de agosto). Los procedimientos se acumularon en el expediente CFT/DTSP/209/25, tramitado conforme a los artículos 39 y 40 de la Ley 18/2014.
Marco regulatorio y estructura de costes
Las tarifas aeroportuarias de Aena tienen naturaleza jurídica de prestación patrimonial pública y se configuran como un sistema común que abarca toda la red de aeropuertos del gestor. Esto significa que se aplican las mismas tarifas por cada servicio aeroportuario en los aeropuertos pertenecientes al mismo grupo, distinguiéndose estos grupos en función del tráfico anual de viajeros.
El marco regulatorio vigente se establece en el DORA II, aprobado por el Consejo de Ministros el 28 de septiembre de 2021 para el periodo 2022-2026. Este documento fija un ingreso máximo anual por pasajero que debe permitir cubrir los costes previstos de Aena sobre la base de criterios de eficiencia. El DORA II estableció un valor de referencia de 9,89 euros por pasajero para cada año del periodo.
Los costes regulados de Aena en 2024 ascendieron a 2.670,8 millones de euros. Del total de costes operativos incluidos en el índice P, que representa el 55,0% de los costes regulados totales, el 16,5% corresponde a personal propio de Aena, el 8,6% a seguridad, el 7,4% a reparación y conservación, el 5,9% a navegación aérea, y porcentajes menores a otros servicios como limpieza, atención a personas con movilidad reducida, energía eléctrica y tributos locales.
Impacto en el sector y perspectivas
El incremento tarifario aprobado tendrá un impacto directo en los costes operativos de las aerolíneas que operan en España, que posteriormente se trasladará a los precios de los billetes de avión. Con la previsión de 325 millones de pasajeros para 2026 establecida por la CNMC, el incremento del Ingreso Máximo por Pasajero Ajustado de 10,35 euros en 2025 a 11,02 euros en 2026 representa un incremento de 0,67 euros por pasajero.
La resolución establece además una serie de medidas que deberán adoptarse en futuros procedimientos de transparencia y consulta. Aena deberá facilitar información detallada sobre los valores de los parámetros que componen la fórmula de cálculo del IMAAJ y la metodología empleada para determinar la modulación tarifaria antes del 15 de mayo de cada año, con al menos dos semanas de antelación respecto a las reuniones del procedimiento de consulta anual.
Por su parte, las diez principales compañías aéreas por tráfico deberán aportar a Aena sus previsiones de crecimiento anual de pasajeros segmentadas al menos en tráfico nacional e internacional, en un plazo máximo de dos semanas desde el inicio del periodo de consultas.
La entrada en vigor de las nuevas tarifas está prevista para el 1 de marzo de 2026, manteniéndose vigentes durante todo el ejercicio. Una vez finalice el DORA II en 2026, comenzará a aplicarse el DORA III para el periodo 2027-2031, que aún no ha sido aprobado, y que establecerá un nuevo marco regulatorio para las tarifas aeroportuarias españolas.


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