El nuevo proceso afecta a la asistencia técnica de Project Management, encargada de la supervisión de los proyectos de redacción, dirección de obra, control y vigilancia de las primeras actuaciones. La decisión fue comunicada al Consejo de Administración tras la suspensión de un expediente similar referido a otros aeropuertos de la red, con un presupuesto global de 265 millones de euros.
El macronegocio de asistencia técnica que Aena había licitado para supervisar obras en múltiples aeropuertos simultáneamente abarcaba prácticamente toda la red dividida en lotes geográficos: Canarias, Baleares, Norte, Este, Sur y Centro. Una empresa (cuyo nombre no ha trascendido públicamente en la nota oficial) impugnó los pliegos de este gran expediente ante el TACRC, el cual admitió el recurso y anuló dichos pliegos. El motivo de la impugnación fueron las cláusulas de solvencia técnica exigidas a las empresas licitadoras, considerándolas restrictivas o inadecuadas.
Aena detectó que los pliegos de la licitación de la ampliación de Málaga (expediente específico para la supervisión de la ampliación de la T3 y nuevas infraestructuras) contenían cláusulas de solvencia técnica similares a las que el Tribunal ya había tumbado en el expediente de los otros aeropuertos.
El proyecto malagueño constituye la transformación más ambiciosa del aeropuerto desde la inauguración de la terminal T3 en 2010. La inversión prevista asciende a unos 1.500 millones de euros, orientados a aumentar la capacidad de la infraestructura y optimizar la experiencia de pasajeros y aerolíneas.
Hasta el momento, Aena ha destinado cerca de 90 millones de euros a los primeros pasos del proyecto, incluyendo los 52 millones previstos en el expediente que se relanzará y los 36,5 millones de la asistencia técnica de redacción, actualmente en la fase final de presentación de ofertas.
Las obras de ampliación están integradas en la propuesta del Documento de Regulación Aeroportuaria III (DORA III), que abarcará el periodo 2027-2031. Este plan guiará las inversiones de la red de aeropuertos para dotarlos de capacidad operativa futura, reforzando al mismo tiempo la calidad del servicio.
Entre las principales actuaciones destaca la construcción de un nuevo dique para tráfico no Schengen con control fronterizo centralizado, un control de seguridad automatizado con equipos de inspección de última generación y la ampliación de posiciones de contacto para aeronaves. También se renovará el sistema de tratamiento de equipajes y se ampliará un 41% la superficie destinada a servicios al pasajero, con un 43% más de espacio para zonas VIP.
En el campo de vuelo se crearán nuevas calles de rodaje para mejorar la circulación de aeronaves, mientras que en los exteriores se modernizarán accesos, aparcamientos y urbanización. Todas las actuaciones se desarrollarán sin interrumpir la operatividad del aeropuerto, lo que exigirá una planificación estricta para minimizar el impacto sobre los usuarios.
Según explicó el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, las obras “se ejecutarán conforme a los criterios medioambientales más exigentes”. El plan persigue garantizar la sostenibilidad y obtener la certificación BREEAM mediante el cumplimiento de los estándares técnicos previstos en el reglamento europeo 2021/2139 y la taxonomía verde de la UE.




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