Al gestarse las primeras incursiones aeronáuticas en el país, la tarea de unir la vasta extensión del territorio nacional, y en particular a la capital con el extremo Sur, constituía todo un desafío, dada la accidentada topografía, los vientos huracanados y las gélidas temperaturas, aunadas a la carencia de infraestructura aeroportuaria y equipos de ayuda a la navegación aérea. En sus inicios, la historia de la aviación allí estuvo muy ligada a la evolución de la entidad que, aunque que operó inicialmente adscrita a la Fuerza Aérea de Chile como Línea Aeropostal Santiago-Arica, recibió posteriormente la denominación de Línea Aérea Nacional (LAN), tras su consolidación con otros operadores y conformación mediante decreto gubernamental Nº 247 de 1932.
Presentación del primer “Caravelle” de LAN Chile.
Tras haber operado aeronaves de reducido porte, tales como los bimotores Gypsy “Moth”, Ford 5-AT, Potez 56, Curtiss “Condor” y Junkers Ju-86, al iniciarse el período de posguerra, tuvo acceso a aviones de mayor capacidad, como los Lockheed “Lodestar” y el Douglas DC-3, así como los Martin 202, que ya contaban con una capacidad de 40 asientos y cabina presurizada. En 1946 se iniciaron servicios regulares a Buenos Aires y al año siguiente se incorporó Montevideo a su red de rutas. La expansión continuó en los años cincuenta con el advenimiento de los tetramotores Douglas DC-6. En 1955 se adoptó la denominación de LAN Chile para diferenciarla de otros emprendimientos de transporte aéreo con siglas idénticas o similares.
Billete de avión de CINTA
En 1957, el gobierno de turno permitió el acceso del sector privado al mercado, lo cual propició el surgimiento de ciertos operadores, entre los que destacaron la Compañía Nacional de Turismo Aéreo (CINTA) y la Sociedad de Transportes Aéreos Limitada (ALA). Ambas no solo se limitaron a cubrir rutas de cabotaje, sino que audazmente incursionaron en servicios internacionales con rutas que enlazaban Santiago con La Habana, Miami y Nueva York, ofreciendo plazas a mitad del precio de su competencia directa. Aun cuando tuvieron una fugaz existencia, sus incursiones sentaron precedentes del dinamismo con que podía actuar el sector privado, además de inducir procesos de mejora en la aerolínea del Estado.
BAC 111 de LADECO.
En 1964, LAN dio inicio a la era del reactor, cuando adquirió 3 Sud Aviation “Caravelle VIR”, que puso en servicio tanto en rutas nacionales como internacionales. En 1967 incorporaría tetrarreactores Boeing 707, que operaron hacia Isla de Pascua, Nueva York y Madrid. Al año siguiente se incorporaron los 727-100 (algunos de los cuales eran de la versión “Combi”, mixtos para pasajeros y carga), empleados en cabotaje y en vuelos internacionales a Estados Unidos y otros países. Durante los años ochenta recibió aeronaves de fuselaje ancho, consolidando sus rutas aéreas internacionales con McDonnell Douglas DC-10-30 y Boeing 767-200/300ER.
Surgimiento de LADECO y de la aerolínea más austral del mundo
La fusión de CINTA y ALA en 1958 para enfocarse exclusivamente en servicios aéreos internacionales allanó el camino para el surgimiento de una nueva aerolínea de capital privado, asociado con el principal producto de exportación del país. En noviembre de 1958 se iniciaron a las operaciones de la nueva Línea Aérea del Cobre (LADECO), constituida por un grupo de inversores locales, con miras a servir inicialmente los mercados vinculados con el sector minero. Empleando bimotores Douglas DC-3, operó desde Santiago a Calama y Antofagasta (vía Potrerillos), destinos vinculados directamente con la actividad de extracción del cobre.
Aviones de la Línea Aeropostal Santiago-Arica.
A fines de los años sesenta, LADECO recibió sus primeros tetramotores DC-6 y, al cabo de pocos años después, su primer trirreactor 727-100, con el cual cubriría sus principales rutas nacionales e internacionales (incluyendo Asunción, Baltimore, Bogotá, Buenos Aires, Cancún, Ciudad de México, Guatemala, Guayaquil, La Habana, Miami, Montego Bay, Montevideo, Montreal, Nueva York, Panamá, San José, São Paulo y Río de Janeiro, entre otros). En 1989 adoptó una nueva librea corporativa y en 1990 incorporó birreactores británicos BAC 111 para su innovadora ruta entre Santiago y Viña del Mar, de muy corta duración.
Celebración de los 95 años de la primera aerolínea chilena.
En 1980 se constituyó Aerovías DAP como un emprendimiento privado que procuraba satisfacer las necesidades de transporte aéreo de la Región de Magallanes, en el extremo Sur del país. Las inclemencias del clima y las gélidas temperaturas no fueron óbice para que un grupo de gallardos emprendedores se hicieran con pequeños aviones Piper “Navajo” y Cessna 402 e iniciaran servicios charter y regulares a localidades remotas desde su base en Punta Arenas. En 1989 realizó su primer vuelo a la Antártida, actividad que sería emblemática para la empresa.
El Boeing 707 fue emblemático en la LAN Chile estatal.
Previo al inicio de la década de los años noventa, el sector de transporte aéreo en Chile había experimentado índices de crecimiento significativos. Esa tendencia había sido el resultado de la adopción de una incipiente política de “cielos abiertos”, la cual estuvo aunada a la política gubernamental de procurar que las empresas públicas fuesen autosustentables, sin recibir subsidios estatales. Esta nueva coyuntura tuvo un impacto significativo sobre LAN, cuyo crecimiento había contado con el necesario respaldo gubernamental. A fines de los años ochenta la empresa exhibía significativos niveles de endeudamiento, escasa rentabilidad y exceso de personal. Por tales motivos, el Gobierno de entonces optó por la privatizarla.
BAe-146 de Aerovías DAP.
Privatización de LAN
Comoquiera que la condición financiera de la empresa resultaba poco atractiva para captar inversiones, se optó por primero reorganizarla (adoptando medidas tales como la reducción de personal y la homologación de equipo), para posteriormente consolidarla con otra persona jurídica de reciente creación. En 1988 se convocó a una licitación pública internacional, que en primera instancia fue declarada desierta, pero al año siguiente pudo adjudicarse el 51 por ciento de las acciones de LAN Chile al consorcio conformado por Icarosan e Inversiones SAS (vinculada a la aerolínea sueca Scandinavian Airline System o (SAS).
Emblema de la primitiva LAN.
En virtud de las dificultades iniciales por revertir el “status quo” de la compañía, Icarosan enajenó su participación a la escandinava SAS en 1990; y a su vez ésta pretendió posteriormente vender sus acciones a la española Iberia (que por aquel entonces era estatal y poseía el 37 por ciento de Ladeco). Finalmente, un grupo de inversiores privados (incluyendo a algunos que controlaban la carguera Fast Air) adquirieron en 1993 las acciones de SAS y en 1994 el 24 por ciento en manos del Estado, con lo cual LAN Chile pasó a ser íntegramente de propiedad privada.
Los orígenes de LAN.
En marzo de 1991, la sociedad propietaria del 95 por ciento de LADECO (Corpora) decidió vender el 35 por ciento de las acciones a Iberia, que estaba decidida a participar en su gestión e incluso expresó su oposición a la venta de la parte que no estaba bajo su control. Sin embargo, posteriormente podría haberse visto constreñida a enajenar la suya, cuando, en 1995, los entes reguladores de la UE condicionaron la aprobación de una inyección de capital del Gobierno español superior a los 700 millones a la venta de las participaciones que Iberia tenía en el extranjero. Por tal motivo, aun cuando en 1994 los socios controladores de LAN Chile ya habían adquirido parte de LADECO, no fue sino hasta 1997 cuando fue posible que asumieran el 99,4 por ciento.
Propaganda de la primitiva LAN.
Con posterioridad a la compra de dicha participación, LADECO mantuvo por algunos años su identidad corporativa, aunque administrativamente estuvo controlada y cedió todas sus rutas domésticas de pasajeros a Transporte Aéreo (LAN Express) e internacionales a LAN Chile, ocupándose de gestionar LAN Cargo, que era la empresa del “holding” dedicada al transporte exclusivo de mercancías, a efectos de lo cual inició un proceso de fusión con Fast Air en 1998. El dinamismo que los nuevos propietarios le imprimieron a la empresa fue intenso y complejo. A mediados de los noventa, LAN Chile emprendió un plan de estandarización de flota, a efectos de reducir costos y optimizar los procesos.
LAN Cargo tiene una gran actividad.
Contaba con 27 737-200, 767-200/-300, DC-8-71 y BAe-146. La flota se unificó en una primera etapa con 737-200 y 767-300, para luego ir reemplazando los primeros con Airbus A319 y A320. También compró 3 A340-300 de gran autonomía para operar vuelos a Madrid y Frankfurt desde Santiago sin escalas. Una nueva y elegante imagen corporativa, aunada al lema “El espíritu del Sur del Mundo”, expresaba la oferta de un servicio excepcional, el cual a su vez denotaba la auténtica amabilidad y calidez nacional. Otros de los hitos alcanzados fueron la cotización de sus acciones en la bolsa de Nueva York en 1997 y su admisión en la alianza Oneworld en el año 2000, los cuales precedieron el inicio de su expansión internacional.
Lockheed 10 “Electra” de LAN.
Aparición de nuevas aerolíneas en Chile
Aun cuando la flexibilidad de acceso al mercado otorgada por la legislación de 1979 contribuyó al establecimiento de nuevos operadores, dicha tendencia se incrementó con la promulgación de la norma que desreguló totalmente el mercado, en agosto de 1992. En virtud de dicha coyuntura, SABA Airlines fue una de las primeras aerolíneas que incursionaron en el mercado. Inició operaciones regulares en mayo de 1991 con 1 737-200 arrendado en la ruta Santiago-Antofagasta-Iquique-Arica. Posteriormente, añadiría Puerto Montt y Punta Arenas. Sin embargo, cuando se encontraba gestionando la incorporación de un segundo 737-200, desavenencias al interior de la empresa determinaron que cesara súbitamente sus operaciones a inicios de 1992.
Boeing 767-300ER de LAN.
Empleando un nombre anglosajón que se distinguía por su originalidad, Southeast Pacific Air Lines (SEPA) inició sus líneas regulares en agosto de 1992 con 1 aeronave Boeing 737-200, a efectos de cubrir inicialmente el nicho de mercado que había dejado SABA. Aun cuando su oferta de rutas se limitó a las tradicionales troncales desde Santiago, a Arica, pasando por Antofagasta e Iquique hacia el Norte; y a Puerto Montt y Punta Arenas hacia el Sur, destacaba la cordialidad y elegancia de sus tripulaciones con un buen servicio de comida y bebidas a bordo.
LATAM es un gran cliente de Airbus.
Exhibiendo una librea blanca con franjas terracotas, ese primer y único avión cumplía diariamente la ardua tarea de recorrer 2 veces el extenso territorio chileno. A pocos meses del inicio de operaciones ya había contratado el arrendamiento de otro birreactor igual y se encontraba en negociaciones de cara a un tercero, con miras a iniciar vuelos internacionales a países vecinos, como Perú y Bolivia pero en enero de 1993, acordó su fusión con otra aerolínea con un modelo de negocios muy similar al que Pacific había implementado.
A320 de Latam.
A fines de 1992, National Airlines Chile inició sus actividades en rutas domésticas troncales, incluyendo Santiago-Iquique-Arica y Santiago-Puerto Montt-Punta Arenas con 737-200. Dada la yuxtaposición de rutas y el empleo del mismo tipo de aeronaves, los directivos de ambas empresas llegaron a un acuerdo para permitir que National, absorbiese a Southeast Pacific Airways en 1993. Con posterioridad a la integración de ambas, se introdujeron ciertas modificaciones a la estructura de rutas, incorporándose Concepción y Temuco como destinos.
A fines de 1993 incorporó su cuarto 737-200 y a mediados de 1995 inició la primera ruta internacional, entre la capital chilena y la cercana ciudad argentina de Mendoza. En 1997 comenzó a volar a Buenos Aires, tras haber adquirido 2 727-200. La empresa también llegó a operar desde Santiago a Asunción, Arequipa, Guayaquil, Miami y La Paz, consolidándose como la segunda compañía aérea más importante del país. Sin embargo, a inicios de 1998 inició un proceso de venta de la totalidad de sus acciones a su competidora, Avant, cesando operaciones.
Incursión en la aviación regional y otras aerolíneas
Ante el centralismo de las rutas troncales del país, uno de los intentos por desarrollar la aviación regional chilena fue Asociados Latinoamericanos de Transporte Aéreo (ALTA). La aerolínea inició servicios regulares el 22 de septiembre de 1995 con biturbohélices Beechcraft 1900. Con base de operaciones en Santiago/Cerrillos y posteriormente en Viña del Mar/Torquemada, los vuelos nortinos partían hacia Arica, con escalas en La Serena, Copiapó, Antofagasta, Calama e Iquique; en tanto que a Punta Arenas hacía paradas en Chillan, Concepción, Los Ángeles, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Balmaceda y/o Puerto Natales.
Con el eslogan de “ALTA, la línea aérea que hacía falta”, se procuró captar el mercado de viajeros de negocios que solían desplazarse en segmentos regionales, ofreciéndoles la oportunidad de llegar a sus destinos por la mañana y retornar el mismo día. También proporcionaba traslados por vía terrestre entre ciertas ciudades y su aeropuerto. En mayo de 1995 estableció una filial en Argentina, con sede en Resistencia, desde donde pretendía operar a Bolivia y Paraguay. No obstante, su espíritu innovador, diversos factores, como la reducida capacidad de sus aeronaves, los elevados niveles tarifarios, aunado al número de escalas que efectuaba, determinaron que la empresa suspendiera operaciones en 1998.
En enero de 1996, la Sociedad Comercial Línea Aérea Ariqueña Aerochile inició vuelos regulares entre Arica y Santiago con 1 Boeing 737-200 arrendado. Durante su periodo de actividad realizó servicios diurnos de transporte de pasajeros y nocturnos de carga. Se esperaba que el nombre comercial de Aerochille emulara operadores con similares sufijos en la región, pero dificultades financieras determinaron que no pudiese cumplir con el pago de sus obligaciones derivadas del arrendamiento de su única aeronave, ni las tasas aeronáuticas, por cuanto sus permisos fueron revocados a fines de abril de 1996.
737-200 de Avant Airlines en el Santiago/“Comodoro Arturo Merino Benítez”.
A comienzos de 1997, Avant Airlines, comenzó a operar hacia La Serena, Copiapó y Valdivia. A mediados de ese mismo año fue adquirida por la firma de autobuses provinciales Tur Bus. Experimentó una célere expansión cuando, en 1998, se hizo con los activos de National. Además de operar en rutas troncales del país, cubrió la ruta internacional Santiago-Mendoza. Su flota constaba principalmente de 737-200, los cuales lucían su logotipo con colores diferentes en cada uno. Pese a su rápida expansión, en 2001 suspendió operaciones aduciendo reducidos niveles de ocupación, incremento en el precio de combustible y prácticas de competencia desleal en el mercado.
En 1998 hizo su aparición una compañía cuya propuesta era novedosa, tanto en el modelo de negocios, como en el avión empleado. Chile Inter fue la primera aerolínea del país en introducir el trirreactor Lockheed L-1011 “Tristar” de cabina ancha, con el objeto de realizar charter a destinos turísticos del Caribe. Arrendó 2 aeronaves de la canadiense Royal Aviation y efectuó servicios no regulares de Santiago a Cancún, Varadero y Punta Cana, entre otros lugares. Pese haber logrado resultados positivos en un inicio, la naturaleza estacional de la demanda incidió en la rentabilidad de la operación, determinando que cesara actividades en el año 2000.
BAe-146 de DAP en la Antártida.
En 1999 se creó Aero Continente Chile, de matriz peruana, que operó vuelos domésticos e internacionales desde Santiago. Durante los dos últimos años de la década se enfocó a segmentos troncales con 737-200, aunque la ruta Punta Arenas la operó con avión de cabina ancha. Asimismo, tuvo frecuencias regulares internacionales a Miami, vía Lima, con 767-200. Los servicios entre Chile y Perú fueron también suplementados con vuelos regulares en la ruta Lima-Tacna-Santiago, empleando 737-200. Durante la década de los noventa, Aerovías DAP expandió sus actividades e incluso realizó servicios aéreos regulares entre Santiago y Punta Arenas con 727-100. Concentraría sus operaciones en destinos patagónicos, como Porvenir y Puerto Williams, con Beechcraft “King Air” y De Havilland of Canada DHC-6 “Twin Otter”.
Primera década del Siglo
Los comienzos de la primera década del siglo se caracterizaron por traer aparejados sucesos que pueden ser considerados puntos de inflexión en el discurrir de la historia del transporte aéreo del país. Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, el proceso de internacionalización de la principal aerolínea chilena, así como su expansión sudamericana frente a competidores locales o extranjeros fueron sucesos trascendentes en su desarrollo futuro. La constitución de la filial LAN Perú en 1999 es uno de los primeros pasos en la internacionalización de la empresa.
Empleando 2 737-200 arrendados, inició sus operaciones regulares con servicios ente Lima, Arequipa y Cuzco. Posteriormente aportaría mucha conectividad al país. Uno de los aspectos neurálgicos del proceso de internacionalización de la marca era el de la simplificación de su razón social, toda vez que modificó la denominación legal de LAN Chile por la de LAN Airlines, adoptando la sigla LAN como marca comercial. En 2003 se constituyó Aerolane (LAN Ecuador) como subsidiaria de la matriz y con sede en Quito, que entró a competir en el “puente aéreo” entre esa capital y Guayaquil, además de prestar servicios aéreos a Cuenca.
787-9 de Latam.
Posteriormente, operó frecuencias regulares a Miami con 767-300. Cabe destacar que otro de los pilares de su proceso de internacionalización (además de los aportes que para tal efecto brindaría la alianza Oneworld) lo constituyeron los acuerdos de código compartido que suscribió con otros operadores y que le permitieron ofrecer destinos en los 5 continentes. En dicho sentido, LAN Airlines celebró ese tipo de pactos con operadores tales como Aeroméxico, Alaska Airlines, American, Iberia, Korean Air Lines y Qantas, entre otras.
En, 2005 LAN Airlines incursionó en el mercado argentino mediante la adquisición de Aero2000, constituyendo una filial en el país transandino (LAN Argentina). Inició vuelos hacia Córdoba y Mendoza e introdujo en el país servicios de cabotaje con modernos A320. Posteriormente también abriría la ruta Buenos Aires-Miami con 767-300. Pocos años después, LAN Airlines constituyó la filial carguera LANCO en Colombia y posteriormente adquirió la local Aires para constituir una subsidiaria en esa nación, LAN Colombia.
Incursiones extranjeras en el mercado local
La apertura de la legislación chilena a la inversión extranjera en el ámbito del transporte aéreo propició el establecimiento de filiales o sucursales de empresas foráneas en el país. Uno de los casos fue el de la ya mencionada Aerocontinente Chile, empresa que a inicios de siglo ya operaba vuelos regulares. Sin embargo, en 2001 fue cuestionada por prácticas comerciales en desmedro de la libre competencia y, además se vio involucrada en procesos judiciales de diversa índole, que determinaron el cese de sus operaciones en 2002.
Otro de los casos de inversión extranjera fue el de Hamburg Chile Airlines. En 2001, un par de socios locales constituyeron una subsidiaria de la alemana Hamburg International. Con un 1 Boeing 737-700, realizó vuelos charter desde Santiago hacia destinos del Caribe contratados por “tour operadores” locales y extranjeros. Tras la adquisición de Aerolíneas Argentinas en 2001, el Grupo Marsans español también entró en el mercado chileno mediante su filial Aerolíneas Austral Chile (Aerolíneas del Sur). Comenzó a volar con 737-200 a fines de 2004 entre Punta Arenas y Santiago, llegando rápidamente a captar un 18,5 mercado del mercado.
A320 de LAN Chile en Arequipa.
Era conocida por su excelente servicio a bordo y por las tarifas promocionales que ofrecía. También se diferenciaba por ofrecer butacas de clase ejecutiva en vuelos de cabotaje. En 2007 dejó de operar y sus vuelos fueron asumidos por Air Comet Chile que era otra marca del Grupo Marsans, esquivando los problemas derivados de los movimientos de renacionalización de Aerolíneas Argentinas. Los servicios continuaron siendo prestados con 737-200. En 2008, hubo negociaciones con su homóloga chilena Sky Airline para un proceso de colaboración conjunta, pero las dificultades por las que atravesaba su matriz determinaron que la filial redujese su participación en el mercado y, finalmente, cerrara a fines de octubre de 2008.
Otro caso singular fue PLUNA (Primera Línea Uruguaya de Navegación Aérea), que realizó operaciones domésticas dentro de Chile como empresa extranjera a finales de 2009 en la ruta Santiago-Punta Arenas con birreactores CRJ900, como extensión de los vuelos que se originaban en Montevideo. En setiembre de 2003 se constituyó Aerolínea Principal Chile, pero no fue sino hasta enero de 2007 que se realizó el primer vuelo no regular. Durante los primeros años la empresa se dedicó a realizar charter, hasta que, a mediados de 2009, PAL Airlines inauguró líneas regulares en la ruta Santiago-Antofagasta-Iquique.
737 de PAL Airlines.
Poco después, incorporó Arica, Calama y Copiapó como destinos en el Norte, aunque se abstuvo de actuar en el Sur del país. Los segmentos fueron operados en un inicio con 737-200 “Advanced” y posteriormente migraron a 737-300. Al año siguiente, operó charter a Brasil y al Caribe con un Boeing 757-200, arrendado con tripulaciones y mantenimiento a la charter española Privilege, con resultados negativos, en tanto se aprestaba a iniciar vuelos a Córdoba, su primer destino internacional regular.
En junio de 2002 se estrenó una de las aerolíneas que tendría gran relevancia en el sector del transporte aéreo chileno. Empleando una flota homogénea de 737-200, Sky Airline se caracterizó desde un inicio por su puntualidad y la calidad de sus servicios. En poco tiempo llegó a posicionarse como la segunda aerolínea, con una cuota de mercado que fue incrementándose hasta bordear el 30 por ciento. En 2009, la aerolínea ya había incursionado en destinos de países vecinos, como La Paz y Arequipa, canalizando paquetes turísticos por medio de su división Sky Tours. Tras la experiencia de haber operado un A320 arrendado a Air Malta, puso en práctica un plan de renovación de flota incorporando A319 y A320 a efectos de reemplazar sus 737-200.
Segunda década del siglo
La segunda década de este siglo trajo aparejadas múltiples transformaciones de las aerolíneas existentes, así como la introducción de un nuevo modelo de negocio, que fue muy bien recibido en el país. En agosto de 2010 se anunció el inicio del proceso de fusión entre LAN Airlines y la brasileña TAM mediante la suscripción de un memorando de entendimiento entre los principales accionistas de ambas. En enero de 2011 se firmó un acuerdo vinculante, pero el proceso se prolongó más tiempo de lo previsto, toda vez que fue objeto de un exhaustivo escrutinio por múltiples entidades gubernamentales, comenzando por el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia de Chile.
Finalmente, tras superar los obstáculos y obtener las aprobaciones correspondientes, en junio de 2012 LAN y TAM realizaron el canje de acciones que dio origen al actual “holding” empresarial. Como resultado de la fusión se conformó el conglomerado aerocomercial más grande de Iberoamérica con más de 300 aviones y 40.000 empleados, situándose entre los 10 más grandes a nivel mundial. Aun cuando la unión ya se había concretado a nivel bursátil, se dio inicio a un proceso de transición, en el que ambas continuaron operando con sus identidades originales y debieron remontar múltiples desafíos producto de la integración.
JetSmart se ha expandido rápidamente.
En agosto de 2015 se anunció la unificación de sus marcas como LATAM Airlines, siendo el primer vuelo con la nueva identidad comercial el 5 de mayo de 2016 entre São Paulo y Santiago. En 2016, Qatar Airways adquirió el 10 por ciento de las acciones y en 2019 se anunció una alianza con Delta Airlines, que compró una participación minoritaria. La crisis originada por la pandemia tuvo un severo impacto y tuvo acogerse a la protección del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos en 2020. Salió del proceso, pero su estructura de propiedad se modificó. Al 31 de julio de 2024 sus acciones estaban en manos de Sixth Street Partners (24,5 por ciento), Strategic Value Partners (14), Delta (10), Qatar Airways Investments (10), Grupo Cueto (5) y otros (36,4).
Los otros operadores
PAL inició la segunda década del siglo con el mismo dinamismo que había impreso al comienzo de sus servicios regulares. Incorporó 737-300 y consolidó su división PAL Vacations, que ofrecía programas turísticos que complementaban sus operaciones aéreas. En 2010 fue artífice en establecer un puente aéreo entre Santiago y Port Elizabeth y Johannesburgo (Sudáfrica) con A340-300 operado por la portuguesa HiFly, pero luciendo el logotipo de PAL, que permitió a cientos de connacionales acudir al Mundial de Fútbol para apoyar a la selección nacional.
Posteriormente, también llegó a emplear otras aeronaves de cabina ancha (A330-300 de la española Orbest) bajo la modalidad de “wet lease” (alquilados con sus tripulaciones, mantenimiento y seguros) para charter internacionales. Sin embargo a mediados de 2013 decidió suspender sus operaciones regulares nacionales para concentrarse en vuelos charter y de carga. En 2014 fue objeto de una inspección aeronáutica que reveló disconformidades, por cuanto su licencia de operación fue suspendida 2 veces durante ese año, lo cual generó el cese de los servicios aéreos y su posterior declaración de quiebra a solicitud de uno de sus principales proveedores.
Otra de las aerolíneas que hicieron uso de la 8ª libertad del aire en Chile fue la Compañía de Servicios de Transporte Aéreo Amaszonas Agencia de Chile. Durante algunos meses de 2017 la boliviana operó segmentos domésticos en el Norte de Chile. Empleó CRJ200 de 50 plazas en la ruta La Serena-Copiapó-Antofagasta-Iquique-Arica. Esa oferta resultaba desproporcionadamente reducida con respecto a la de sus competidores y con elevado coste por asiento. La escasa difusión de tales servicios, aunado a sus niveles tarifarios, determinó que se dieran reducidos coeficientes de ocupación, por cuanto decidió suspenderla.
Boeing 737 de LAW.
En 2013 inició operaciones One Airline, cuyo objeto principal era prestar servicios aéreos chárter, enfocándose en el sector minero e industrial del país. Aunque inicialmente utilizó 2 737-400 en “wet lease”, su flota propia fue de 737-300, del cual llegó a poseer 2 ejemplares. En 2018 exhibió un nuevo esquema de pintura en sus aviones. Sin embargo, la cuarentena obligatoria impuesta a raíz de la pandemia del COVID-19 determinó que no se considerara viable su propuesta, dado el contexto imperante, aunado a la competencia existente, por cuanto optó por cesar operaciones.
Otro de los emprendimientos que también estuvo orientado al principio a prestar servicios charter (especialmente a favor de la industria minera), es Chile Jet. Pero inició operaciones en 2015, cuando la coyuntura del sector minero enfrentaba una contracción y ya contaba con proveedores de servicios aéreos establecidos. Utilizó 737-300 en charter domésticos e internacionales. Aun cuando sus aspiraciones no prosperaron, su avión y certificado de operador aéreo (AOC) servirían para gestar un nuevo proyecto, denominado Latin American Wings (LAW). Se constituyó en 2015 e inició actividades en enero de 2016 con vuelos hacia La Romana (República Dominicana).
Posteriormente inauguró servicios regulares hacia Puerto Príncipe (Haití), siendo la primera aerolínea nacional en operar dicha ruta desde Santiago. Debido a los límites de la autonomía de sus 737-300 (así como a la conveniencia de volar a un destino con elevados niveles de tráfico), no solo incorporó a Lima en su red de destinos, sino que fue una suerte de subbase de operaciones como escala de sus enlaces al Caribe, aunque algunos con origen en Santiago lo hacían en Manta (Ecuador). En 2016 inició servicios regulares en rutas nacionales hacia Concepción, Antofagasta y Puerto Montt, en tanto que, al año siguiente, inauguró Santiago-Caracas, proyectando continuar dicha operación hacia Miami y La Romana.
Ese estreno tuvo lugar en momentos en que se daba una suerte de diáspora de numerosas aerolíneas que abandonaban Venezuela por temor a que sus ingresos fuesen confiscados por el Gobierno. LAW fue cuestionada mediáticamente por una serie de supuestos que pretendían asociar sus servicios con inmigración irregular o con la operación de aeronaves fuera de los márgenes de seguridad (tras un incidente registrado en República Dominicana), por lo cual la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) decidió revocar su permiso de operación en 2018.
Originalidades
Teniendo como uno de sus objetivos el transporte del personal minero que labora en el desierto del Norte del país, Aerodesierto (ADA) fue una charter constituida en 2014. Inició operaciones el 30 de abril de 2015 con 1 737-200 desde su base de la “Ciudad Oasis” de Calama. Sin embargo, al cabo de un breve período, presiones financieras determinaron que suspendiera sus actividades. Volvió al aire en octubre de 2017 ostentando un esquema de pintura más estilizado. Autodefinida como charter de bajo costo, incorporó los estándares de servicio de las aerolíneas de antaño. Tenía planes para incorporar 737-300 y ofrecer servicios al Caribe (Antigua y Barbuda, Barbados y Jamaica), pero la férrea competencia y otros factores, determinaron la suspensión de actividades.
Cessna “Grand Caravan” de Aerocord.
Con aporte de inversores bolivianos y sede en Iquique, Chilean Airways debutó en 2016 para vuelos regulares y charter domésticos e internacionales. Utilizó el AOC de Aerodesierto, empezando a volar en junio de 2016 en rutas como Calama-Santiago, Santiago-Antofagasta y La Serena-Iquique. Al cabo de unos meses la operación regular fue suspendida y se concentró en charter internacionales.
La transformación de Sky y DAP y la aparición de un pequeño gigante
Con más de 23 millones de pasajeros transportados desde el inicio de sus operaciones, en 2015, Sky Airline anunció la reestructuración de su modelo de negocios tradicional para convertirse en la primera aerolínea de bajo costo del país. Dicho cambio contemplaba el abandono del servicio tradicional, que incluía comidas a bordo y franquicias de equipaje incluidas en el precio del billete, pero ofrecía la posibilidad de viajar con tarifas rebajadas y pagar más por servicios que ahora serían suplementarios (equipaje de mano y en bodega, comida a bordo, selección de asientos, seguros, etc.).
El cambio en su modelo de negocio también trajo aparejado el de su identidad corporativa y el redecorado de las aeronaves. Recibió el reconocimiento de la prestigiosa firma Sky Trax como la mejor aerolínea regional de Sudamérica en los años 2014, 2015 y 2016, zona en la que también fue elegida como la mejor “low-cost” en reiteradas oportunidades. En 2019 constituyó su primera subsidiaria en el extranjero, Sky Airline Perú, en la cual fueron puestas en servicio las primeras unidades del Airbus A320neo que adquirió al fabricante.
A321 de Sky.
Al cabo de la primera década del nuevo milenio se constituyó el “holding” DAP Airlines, aunando las divisiones ya existentes DAP Helicópteros y Aerorescate, dividiendo las operaciones en distintas unidades especializadas: Aerovías DAP (transporte aéreo en la Patagonia); Mineral Airways (traslados de personal del sector minero) y Antarctic Airways (vuelos a la Isla Rey Jorge de la Antártida). Fue distinguida como una de las mejores empresas de Chile y en la actualidad opera con tetrarreactores regionales BAe-146 y RJ-85, además de otros tipos de aeronaves hacia destinos mineros, como Coposa y El Salvador, la ruta Punta Arenas-Balmaceda y varios destinos patagónicos. como Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams.
El más reciente emprendimiento de gran envergadura en el país lo constituye Jetsmart Airlines, en 2017. Con una flota de Airbus A320ceo y A320neo, irrumpió en el mercado local con tarifas ultra rebajadas y una operación de segmentos domésticos interregionales nunca antes efectuados con líneas regulares, tales como entre Concepción y Calama, Antofagasta e Iquique, por citar algunas. Participada por el fondo de inversiones Indigo Partners, su expansión en Chile y Sudamérica fue meteórica. En julio de 2018 adquirió la argentina Alas del Sur para constituir su filial JetSmart Argentina.
En febrero de 2021 se creó JetSmart Perú, la cual inició operaciones en junio de 2022; y en marzo de 2024 comenzó su nueva filial JetSmart Colombia. Todas las filiales y subsidiarias incorporan el mismo modelo de negocio, mediante el cual se ofrece al pasajero pagar una tarifa base y tener la opción de adquirir servicios específicos adicionales. En 2023 suscribió una alianza estratégica con la estadounidense American Airlines, estableciendo el precedente de la viabilidad de firmar acuerdos interlineales entre aerolíneas tradicionales y compañías de bajo costo. A fines de 2024 contaba con 35 A320ceo/neo, 8 pertenecientes a la filial peruana, 10 a la argentina y 7 a la colombiana.
Otros operadores relevantes
Históricamente, Chile contó con gran número de aeronaves regionales con aeronaves de pequeño porte, como Aeropuelche, AndesAero, y Patagonia Airline, entre muchas otras. En la actuali-dad cabe destacar Aerocardal, que po-see una flota de Dornier 228, Let 410NG, Gulfstream 150/550, Pilatus “Porter” y helicópteros con los que realiza charter. También incursionó con servicios regulares en rutas desatendidas. como Santiago-Vallenar. Además de los servicios del “holding” DAP, otras relevantes son Aerolíneas ATA, Discovery Air Chile, Inversiones Aéreas Patagonia (Aerocord), Servicios Aéreos Pewen, Servicios Aéreos Puerto Montt y Sociedad Línea de Aero Servicios LASSA, entre otras.
Tripulación de Sky.
En el ámbito exclusivo de carga, durante la segunda mitad del siglo XX los principales operadores fueron la divi-sión de carga aérea de Lan Chile y Ladeco Cargo, a las que se unió Fast Air en los ochenta. Hubo otros, pero desde inicios de siglo LAN Cargo (en la actualidad LATAM Cargo) es el principal protagonista. Con 767-300F y un eficiente servicio, se ha convertido en el mayor operador en su rubro en la región.
Como sede de 3 aerolíneas multinacionales y otras cuyo dinamismo apunta a una mejora continua y permanente crecimiento, puede afirmarse que Chile ha llegado a convertirse en una potencia de transporte aéreo a nivel mundial. Sus compañías se han expandido más allá de las fronteras para prodigar cada vez mayor conectividad con altos niveles de calidad y seguridad, en beneficio de la población de todos los países donde operan.
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