Durante los próximos cinco años, Biomass operará a una altitud de 666 kilómetros, escaneando bosques tropicales, templados y boreales para crear mapas precisos de biomasa forestal. Según Alain Fauré, director de Sistemas Espaciales de Airbus Defence and Space, el satélite está ya listo para enviar información valiosa que ayudará a comprender mejor el ciclo del carbono y los efectos del cambio climático.
El instrumento principal, su radar de apertura sintética de banda P, es capaz de penetrar el dosel forestal y alcanzar el suelo, algo esencial para generar Modelos Digitales de Elevación detallados en regiones densamente arboladas. Además, Biomass podrá localizar paleoacuíferos en zonas áridas, contribuir a la topografía forestal y monitorizar la dinámica de las capas de hielo y la geología subsuperficial.
El desarrollo y pruebas de Biomass -con una antena desplegable de 12 metros para captar datos reflejados- implicaron a más de 50 empresas de 20 países, y se realizaron en los centros de Airbus en Stevenage, Friedrichshafen y Toulouse, antes de su traslado a Sudamérica en febrero de 2025. Un equipo, independiente de las operaciones en órbita, gestiona desde New Norcia (Australia) el transpondedor de calibración en tierra, esencial para la precisión de los datos recogidos.
Además de contribuir al conocimiento científico, los datos que proporcionará Biomass respaldarán iniciativas internacionales como REDD+, el programa de Naciones Unidas para reducir las emisiones derivadas de la deforestación, permitiendo un seguimiento sistemático de los bosques más vulnerables sin intervención directa sobre el terreno. Con su tecnología, Biomass inaugura una nueva era en la gestión y protección de los recursos forestales del planeta.
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