El encuentro reunió a expertos en electrónica impresa y especialistas en plastrónica para analizar cómo estas tecnologías permiten fabricar componentes más ligeros y económicos, con impacto directo en la eficiencia operativa y medioambiental de las aeronaves.
Durante la sesión se detalló el procesado de piezas de plastrónica mediante impresión con tintas metálicas sobre materiales poliméricos moldeables, capaces de integrar circuitos con distintas funcionalidades directamente en los elementos estructurales o de cabina.
La jornada incluyó un bloque específico sobre la personalización del interior de habitáculos, donde la plastrónica se plantea como opción para optimizar paneles y mandos combinando funcionalidad, estética y confort del pasajero, integrando la electrónica en superficies continuas.
Otro de los ejes fue la combinación de plastrónica con materiales compuestos para reducir el número de cables y componentes discretos, simplificar el ensamblaje y facilitar el mantenimiento, al tiempo que se disminuye el peso frente a soluciones electrónicas tradicionales.
Los ponentes destacaron las ventajas de la integración de electrónica impresa en composites para la monitorización estructural y el mantenimiento preventivo, permitiendo incorporar sensores y circuitos en el propio material para detectar daños o fatiga antes de que afecten a la seguridad.
La agenda técnica abordó también el desarrollo de pilas de hidrógeno y MEAs (Membrane Electrode Assemblies, o Conjuntos de Membrana y Electrodos) como alternativa sostenible al combustible fósil, con aplicaciones en las primeras aeronaves no tripuladas, tipo dron, propulsadas mediante pila de combustible de hidrógeno.
Entre los demostradores presentados figuró un prototipo de panel de servicios para el pasajero o Unidad de Servicio al Pasajero, diseñado con tecnología de plastrónica como pieza monolítica ligera con microelectrónica integrada, orientada a reducir peso y consumo eléctrico.
Este panel agrupa en un único dispositivo diferentes funciones, incluido el contacto con la tripulación de cabina, lo que abre la puerta a rediseñar los sistemas de interacción del pasajero con una electrónica más integrada y menos intrusiva en el interior del avión.
Como cierre, los asistentes visitaron la planta piloto de plastrónica de Eurecat en Cerdanyola del Vallès, donde pudieron conocer en detalle las capacidades industriales y de prototipado que respaldan la transferencia de esta tecnología al sector aeronáutico.
En la jornada intervinieron el responsable de desarrollo de negocio aeronáutico de Eurecat, Antón Gorostiaga, y la directora de la unidad de Impresión Funcional y Dispositivos Integrados, Cristina Casellas, junto a especialistas en electrónica impresa, composites y termoplásticos del centro tecnológico.
Esta cita se enmarca en las acciones estratégicas de ECO-AERO para impulsar la innovación colaborativa, la transferencia de conocimiento y la sostenibilidad a lo largo de la cadena de valor aeronáutica, conectando a industria, centros tecnológicos y clústeres especializados.
ECO-AERO se define como el primer ecosistema de innovación aeroespacial en España y agrupa a Andalucía Aerospace, Airbus, ASIME, FIDAMC, HEGAN, TEDAE y TEKNIKER, bajo la coordinación de CATEC, con el objetivo de reforzar la competitividad y la sostenibilidad del sector nacional.
El proyecto integra tecnologías avanzadas del programa de ayudas públicas Cervera (gestionadas por el CDTI para financiar proyectos estratégicos de I+D+i en centros tecnológicos y empresas españolas), como la fabricación aditiva, la inteligencia artificial aplicada y la robótica para fabricación inteligente, configurando un entorno colaborativo pensado para acelerar la adopción industrial de soluciones de nueva generación.
Eurecat, con más de 800 profesionales y unos ingresos anuales superiores a 69 millones de euros, presta servicios de I+D aplicada, tecnología y consultoría a más de 3.200 empresas desde sus once sedes en Cataluña y delegaciones en Málaga, Madrid y Chile.
El centro tecnológico Eurecat participa en más de 200 grandes proyectos consorciados de I+D+I y cuenta con más de 230 patentes y 10 spin-off, posicionándose como referente en transferencia de conocimiento a sectores como el aeronáutico y el aeroespacial.
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