La alianza estratégica de Airbus con TotalEnergies

Foto: Airbus, H. Goussé / master films
Foto: Airbus, H. Goussé / master films
Airbus ha anunciado la firma de una alianza estratégica con TotalEnergies para adquirir combustible de aviación sostenible (SAF) para la mitad de las necesidades del fabricante de aviones en Europa. La alianza también desarrollará un programa de investigación e innovación destinado a producir combustibles 100% sostenibles adaptados al diseño de las aeronaves actuales y futuras. 

Además, se estudiará el impacto de la composición del SAF en la reducción de las emisiones de CO2, que se estima que será de un 50%, y los efectos no relacionados con el CO2, como las estelas de condensación. 

La colaboración con TotalEnergies no es nueva, ya que esta empresa ya suministraba SAF a Airbus para sus entregas de aviones en Toulouse desde 2016 y ha proporcionado también el combustible para varios primeros vuelos con SAF de aviones Airbus en mayo de 2021, el primer vuelo de larga distancia utilizando SAF producido en Francia con un A350 entre París y Montreal. Asimismo, en noviembre de 2021, el primer vuelo de un helicóptero H225, de la familia "Super Puma", también voló utilizando SAF al 100% suministrado por TotalEnergies. 

Como es sabido, un SAF es un biocombustible que se utiliza como alternativa al combustible fósil tradicional (queroseno) en los aviones. Los SAF se producen a partir de biomasa, como aceites vegetales usados, residuos forestales y agrícolas, e incluso algas. Los SAF pueden reducir las emisiones de CO2 de la aviación hasta en un 80% en comparación con el combustible fósil y también reducen las emisiones de otros contaminantes, como los óxidos de nitrógeno y las partículas finas. Aunque son actualmente más caros que el combustible fósil al tener una producción limitada y no está disponible en todos los aeropuertos. 

Existen dos métodos principales para producir SAF: Hidroprocesamiento y Alcoholes a chorro. En el primer caso, se convierte la biomasa en un combustible similar al queroseno mediante la aplicación de calor y presión en presencia de hidrógeno. Mientras que en el segundo, se convierte la biomasa en alcohol (como el etanol o el butanol) que luego se deshidrata y se oligomeriza para obtener un combustible similar al queroseno. En 2023, se produjeron alrededor de 200 millones de litros de SAF a nivel mundial. Aunque se espera que este volumen aumente a 5 mil millones de litros en 2025 y a 300 mil millones de litros en 2050.


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