Plus Ultra quiere tener su propio ‘tour operador’

Plus Ultra Vacaciones será la marca con la que la nueva aerolínea de capital (escaso) español Plus Ultra Líneas Aéreas planea lanzar su mayorista, de la que operará como filial. Al frente del ‘tour operador’ figura Welcoming Internacional, que cuenta con Victoria González Zuinaga y Francisco Xavier García Fernández como responsables, ambos vinculados a la hotelera F&G Hoteles y al negocio de los desarrollos inmobiliarios (sobre el que hubo demandas judiciales por fraude a la Agencia Tributaria) en España. Inicialmente, Welcoming Internacional al parecer contaba con el 40 por ciento del capital (que debería estar agotado después de años de intentar conseguir del certificado de operador aéreo) de Plus Ultra Líneas Aéreas, seguido de Peiva Interprovincial, con un 21, controlado por Antonio Pérez Vallejo y Francisco Pérez Vicente. Otros accionistas son José Carlos de Santiago y Julio Martínez Sola, que fue asesor ejecutivo del presidente de Air Madrid (que también tenía la misma fórmula, con el mayorista Alada Tours, con el 10 por ciento. También figuran como propietarios Manuel Gonzalo Sabogal, de Turismo de Armenia (Colombia); Maria Luisa Rato (por Proyectos y Suministros Telefonía); Fernando García Manso (por Bell Partners); Maria Victoria Librero Pérez (por Patrifin); Rafael Almagro padre e hijo (Jet Aircraft Services) y Jorge Hugo Castaño Vega (Saudade Flavia), junto a otros pequeños accionistas, repitiendo así la situación de atomización de capital de la primera etapa de Air Madrid, cuando estaba promovida y gestionbada por Herminio Gil Muleiro, para el que Julio Martínez Sola trabajó en Globalia y le elevó a un nivel directivo alto, pese a su escaso nivel de formación (de ambos). Desde su salida de Air Europa, Gil abordó numerosos emprendimientos, con funesto resultado en todo los casos, en varios de los cuales participó Martínez, siendo este el segundo caso en el que figura como accionista. Cuenta con dos viejos A340-300, modelo que está saliendo aceleradamente del mercado por sus altos costes. Sorprendentemente, las primeras operaciones fueron para la venezolana estatal Conviasa, país que, como es sabido, tiene un ferreo control sobre la salida de divisas, limitándola, lo que ha obligadoi a numerosas aerolíneas a sus pender sus operaciones a Caracas, abandonando el ‘wet lease’ (avión con tripulaciones, mantenimiento y seguro) de un A330 con Air Asia –que no ha querido seguir en las precarias condiciones en las que se desenvuelve, al A340 de Plus Ultra Líneas Aéreas. La venezolana asumió el 4 de agosto el veterano A340-300 matriculado como EC-MFA (número de constructor 212), sustituyendo al A330-300 9M-XXJ (1423), que fue devuelto dos días antes. Conviasa quiere utilizar este avión para volar entre Caracas y Madrid/Barajas y Buenos Aires/Ezeiza, pese a que sus costes de operación son muy superiores a los del A330 y por eso está desapareciendo aceleradamente de las flotas de todo el mundo. ElA340-200 propio de Conviasa (matriculado como YV-1004, con número de constructor 31, que hace años utilizó Air Europa), está actualmente parado en Caracas por problemas de aeronavegabilidad..

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