El descalabro de Canarian Airways

Canarian Airways no ha sobrevivido como aerolínea de vuelos regulares en las Islas Canarias, como vaticinaban los expertos desde el mismo momento que se anunció el disparatado proyecto, con un capital ridículo, gestores sin experiencia en el transporte aéreo regular, destinos en los que no podía desarrollarse y un solo avión para atenderlos desde un lugar tan lejano como ese archipiélago.

Ni el cambio de director general (Francisco Rodríguez, nombrado en enero), ni el de nombre a Lattitude por un problema de registro de marcas, ni la reactivación turística han conseguido que la aerolínea se mantuviera como operador de viajes en el Archipiélago.

El nuevo director sí que parece que mantuvo la política de “fantasmadas”, anunciando que a partir de junio operarían una media de 120 vuelos al mes, de los que se ha materializado ninguno, después de su temprana suspensión de operaciones, el 20 de enero. La suspensión se mal justificó “debido a ajustes técnicos”, diciendo que se reactivarían sus fracasados vuelos en abril, argumentando que hasta ese momento había poca actividad turística.

Tampoco era creíble en este momento ni se sabe -ni es creíble- si tienen previsto operar en los próximos meses, ni cuál es la situación actual de la empresa, que estaría en condiciones de liquidación. En las redes sociales se limita a decir que cuando tenga programación y fechas lo informará, mientras en su “web” no hay habilitada ninguna opción para la compra de billetes.

La empresa se había creado en febrero de 2021, aliándose 14 empresarios del mundo de la hostelería de Tenerife y La Palma, la mal llamada compañía aérea One Airways (que llevaría la gestión , aunque estaba dedicada a “bróker”, fletando vuelos de la polémica Plus Ultra, y a vuelos de aerotaxi y ambulancia) y con el presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, a la cabeza del proyecto.

En ese momento se supo que el Cabildo de Tenerife iba a aportar 700.000 euros para la puesta en marcha de Canarian Airways, poseyendo así el 25 por ciento de la empresa con dinero público. Los argumentos que esgrimía el presidente del Cabildo, Pedro Martín, en la presentación del proyecto eran los de aumentar la conectividad y el de ofrecer tarifas razonables. 

El tema de la licencias

Entonces ya se cuestionaron las licencias que tenía para operar, respondiendo One Airways que poseía un certificado de operador aéreo (AOC) desde 2017 -que no permitía vuelos de pasajeros de esa categoría-, cuya modificación se solicitó a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para volar con 1 Airbus A319 para unir Tenerife hacia con Madrid y Vigo. En julio despegó el único avión de la compañía con destino al aeropuerto gallego.

Tal fue el fracaso que en julio también se paralizaron todos los vuelos que se habían programado, argumentando que iban a “reorganizar la operativa” hasta otoño. En ese intervalo de tiempo,  trabajó por conseguir el nombre de Canarian Airways. Se había visto obligada a denominarse como su matriz Lattitude Hub debido a que otra empresa ya lo había registrado. En noviembre la empresa vuelve a la actividad con Madrid y Bilbao e informa de la recuperación de su nombre inicial. Pocos después el Cabildo de Tenerife paraliza su participación ante la falta de la documentación técnica, jurídica y económica obligatoria para que cualquier corporación pública inicie una actividad económica.

Fotografía:  Canarian Airways tuvo que cambiar el nombre a Lattitude.


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