Tras la quiebra de Monarch, Primera Air, Cobalt Air y Small Planet, Flybmi y Germania, le llegó el turno a la islandesa Wow Air, justificado, como es habitual, por las alcas en los precios del combustible, competencia y exceso de capacidad, llevándose por medio a las compañías menos fuertes financieramente entre las empresas de bajos costes, mientras la noruega Norwegian, la tercera ‘low cost’ europea, recurre a ampliaciones de capital, cierre de bases, venta de activos y redefinición de su modelo de crecimiento. Wow Air suspendió operaciones tras fracasar las negociaciones de sus propietarios para venderla a Icelandair. En España la aerolínea operaba a Madrid, Barcelona y Tenerife y realizaba vuelos intercontinentales a Nueva York y Washington, transportando a 3,5 millones de pasajeros el año pasado. Su flota contaba de 3 Airbus A320, 12 A321, 2 A321neo y 3 A330-300. Pero también han sucumbido compañías que no son “low cost”, como Air Berlin que se declaró insolvente agosto de 2017 con una deuda que superaba los 1.000 millones de euros, seguida de su filial austriaca, Niki.
Fotografía: A321 de Wow Air.
