Vuelve a haber pasajeros afectados por la saturación de los controles de acceso en Barajas

En una carta remitida al ministro del Interior por la Mesa de Turismo de España reclama a Fernando Grande-Marlaska que evite la saturación en los controles de acceso aeroportuarios españoles, como el del pasado fin de semana, en el aeropuerto de Madrid-Barajas

Según datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), se estima que en lo que va del mes de marzo la cifra de viajeros afectados por la carencia de personal se eleva al entorno de 4.500 pasajeros.

La Mesa del Turismo de España afea al ministro por las imágenes de pasajeros haciendo largas colas en los controles aeroportuarios y perdiendo sus vuelos de conexión debido a la carencia de personal policial suficiente. De este modo, el sector turístico se suma a la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) y reitera la llamada de atención a Interior, responsable de la dotación de policía que debe atender estos controles, que se ven desbordados cada vez que el volumen de vuelos se incrementa.

El presidente de la Mesa del Turismo Juan Molas, declaró que: “A las puertas del Puente de San José y de la Semana Santa asistimos con estupefacción a la misma situación, de caos en los aeropuertos, que proyecta una penosa imagen de España como destino turístico, que ya soportamos en 2021 y 2022. Los picos en la actividad aeroportuaria no son una contingencia, sino algo totalmente previsible porque la programación de vuelos es conocida con antelación”, añade Molas.

La Mesa del Turismo se muestra preocupada por que la situación de descontrol que ha regresado a Barajas se extienda a medida que avanza la primavera al resto de aeropuertos con gran tráfico internacional: Barcelona, Málaga, Mallorca, Alicante, Canarias...

El pasado febrero, los aeropuertos de Aena remontaron, al fin, las cifras de pasajeros previas a la pandemia, al superarse los 16,6 millones de viajeros, un +2,2% sobre febrero de 2019. Si Interior no aumenta en paralelo los efectivos de la Policía Nacional allí donde corresponde y en las franjas horarias donde se necesitan, es evidente que el problema volverá a estallar en breve y escalará, con el consiguiente descrédito para la “marca España”.

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