Pese a que las negociaciones se realizan a nivel de la patronal del sector, ambos sindicatos critican especialmente la actitud de Saerco, uno de los dos proveedores afectados por la huelga junto a Ferronats, es contrario a conseguir ningún tipo de acuerdo, que ha obstaculizado desde el primer momento las propuestas que los representantes de los trabajadores presentaban en las diferentes reuniones negociadoras.
Ante esta circunstancia Ferronats ha manifestado su postura públicamente al apuntar que Ferronats y Saerco no consiguieron alcanzar una propuesta consensuada dado que sus posturas ante las peticiones de los sindicatos están alejadas.
Con Ferronats, sin embargo, los sindicatos han alcanzado significativos puntos en común sin que haya sido posible atraer a Saerco al consenso de las otras partes, sin la cual no se puede llevar a buen término la negociación y completar la firma del nuevo convenio.
En concreto, Ferronats ha puesto de manifiesto que ha aceptado las principales peticiones de los sindicatos:
- Incorporar en el convenio los conceptos recogidos en los acuerdos de centro que ya disfrutaban sus controladores, ampliándolo al resto de torres.
- Aceptar la petición de la parte social relativa a las vacaciones según un esquema de 22 días laborables + 14 festivos.
- Seguir negociando la propuesta de incremento de salario por encima de lo ofrecido en las ofertas anteriores de la patronal.
- Este escenario evidencia la postura de FerroNATS, que ha mantenido en todo momento una actitud conciliadora y una buena voluntad de negociación, circunstancia que reconocen y valoran los representantes legales de los trabajadores públicamente.
Ferronats insiste en que su objetivo es evitar que el usuario final se vea afectado por esta decisión y se compromete a garantizar unos servicios mínimos adecuados que mitiguen cualquier impacto en la actividad que presta en los distintos aeropuertos españoles.
Por su parte, los sindicatos de controladores aéreos manifiestan que han intentado llegar a un acuerdo, cediendo importantes cuestiones, en este momento de recuperación de tráfico aéreo, pero desde los sindicatos de controladores advierten de que el sistema no puede funcionar basado en esfuerzos de una plantilla fatigada y con recortes de derechos constantes consolidados en el pasado.