La Junta General de Accionistas de Air Italy -fundada en 1963 y con unos 1.200 empleados, de los que casi la mitad residen en Cerdeña, pese a que su base principal era Milán/Malpensa- decidió su liquidación unilateral, sin contar con la opinión del Gobierno italiano, que manifestó su disconformidad a través de la titular de Infraestructuras y Transportes, Paola de Micheli, que convocó una reunión urgente con la dirección y pidió la suspensión del acuerdo hasta que se produzca, declarando que “la decisión de liquidar una empresa de este tamaño no es aceptable sin informar primero al Gobierno y sin evaluar seriamente alternativas. Por lo tanto, espero que Air Italy suspenda la resolución hasta la reunión”. Con el objetivo de minimizar los inconvenientes a los pasajeros que tenían sus billetes comprados, hasta el 25 de febrero todos sus vuelos serán operados por otras aerolíneas y los que hubieran reservado plazas en fechas posteriores serán llevados por otras compañías o el importe reembolsados.
Air Italy registró unas pérdidas en 2019 de más de 120 millones de euros y tenía una flota de 11 aviones (4 Airbus A330-200 de 260 plazas, 1 Boeing 737-700 de 148, 4 -800 de 189 y 2 MAX 8 de 186, teniendo pedidos para otros 18 de estos últimos y 30 787-8), que operaban a 20 destinos, transportando a 3 millones de pasajeros el año pasado. Entre sus accionistas estaba Qatar Airways, con el 49 por ciento desde julio de 2017, mientras que la veterana Alisarda -que es a originaria, fundada por el Aga Khan, empezando sus vuelos regulares en Olbia en 1964- ostenta el resto. Alisarda se transformó en Meridiana el 3 de mayo de 1991 y tuvo una homónima filial española, fruto de la fusión de las charter Universair y Lineas Aéreas Canarias y de una empresa de aerotaxi. Se fusionó en febrero de 2019 con Eurofly, constituyendo Meridiana Fly, pasando a ser la segunda aerolínea más importante de Italia, que en octubre de 2011 adquirió Air Italy y asumió el nombre.
FOTO : Air Italy era usuario del 737 MAX.
