Datos nefastos del tráfico aéreo europeo en este año: Retrasos y más contaminación



Airlines for Europe (A4E) la asociación de aerolíneas más grande de Europa con sede en Bruselas asegura que  el control del tráfico aéreo (ATC) europeo continúa siendo ineficiente, caro y poco fiable para millones de pasajeros. Los retrasos  han afectado a 25 millones de pasajeros de las aerolíneas que conforman  la asociación (Aegean, airBaltic, Air France-KLM, Cargolux, easyJet, Finnair, Icelandair, International Airlines Group (IAG), Jet2.com, Lufthansa Group, Norwegian, Ryanair, TAP Air Portugal, Smartwings y Volotea) la capacidad del ATC y la falta de personal han sido responsables, aseguran, de más del 70% de los retrasos (en-route) causados entre enero y junio de 2019, lo que supone un aumento de los minutos de retraso del 114% respecto a la cifra registrada en 2017.

Con el objetivo de solucionar esta problemática, las compañías aéreas pusieron en marcha rutas alternativas para evitar cuellos de botellas en Alemania y Francia, dando como resultado un excesivo gasto de combustible y su correspondiente emisión de CO2. A fin de recortar estos molestos retrasos, a lo largo de este verano se ha contratado más personal, se está repostando combustible mientras se efectúa el embarque, y se ha invertido en flota dirigida a cubrir eventuales incidencias. Hay que recordar que con motivo de las huelgas convocadas por los controladores aéreos en Bélgica, skeyes, se cancelaron más de 500 vuelos que afectaron a más de 200.000 pasajeros.

Con este panorama, la revisión del marco regulatorio del Espacio Único Europeo (SES), así como también las futuras inversiones en procesos, nuevas tecnologías y recursos humanos se antojan  una necesidad urgente.

Las declaraciones al respecto de la CEO de Brussels Airlines, Chistina Foerster, fueron las siguientes: “Las continuas huelgas en el ATC afectan directamente a las futuras inversiones y mejoras en la gestión del tráfico aéreo europeo. Actualmente, las aerolíneas europeas pertenecientes a A4E están invirtiendo millones de euros en medidas para estabilizar las operaciones de vuelo y contrarrestar al menos parcialmente los retrasos causados por el control del tráfico aéreo en Europa. Es necesario que todas las partes afectadas por ATC trabajen juntas para buscar soluciones de manera inmediata que minimicen el impacto y el coste que estas huelgas tienen tanto en los pasajeros como en las compañías europeas”.

“Las medidas llevadas a cabo por los gobiernos europeos y los propios centros de control aéreo son escasas y llegan tarde.  La modernización del espacio aéreo europeo es urgente y ha tardado demasiado. Necesitamos una solución a largo plazo no solo para mejorar los viajes de los clientes, sino para evitar las emisiones innecesarias de CO2. Podríamos hacerlo mañana, pero los políticos llevan discutiéndolo durante 18 años sin obtener ningún resultado”, añade Willie Walsh, CEO de IAG.

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