La familia Serratosa, una de las históricas sagas de la burguesía valenciana del siglo XX, salió del capital de la aerolínea que fundó, Air Nostrum, al cumplirse un cuarto de siglo desde su fundación, tras la venta de la participación que tenía la sociedad Pool de Activos, repartiéndose su 7 por ciento entre los demás accionistas, continuando el actual presidente, Carlos Bertomeu, que ostentaba un 51 por ciento, la mayoría. Fue en 2014 cuando la familia Serratosa decidió despedirse de la aerolínea. Desinvirtió en la empresa y encomendó a Bertomeu, el entonces consejero delegado, encontrar un nuevo dueño.
Finalmente, fue éste quien tomó el relevo de la firma con el respaldo económico de los doctores Antonio Pellicer y José Remohí, propietarios del Grupo IVI, que poseían el 15 por ciento cada uno, además de Unicaja Banco, que rondaba el 2. Javier Serratosa había heredado la representación de la familia a causa del proceso de retirada de su padre, Emilio, de los puestos ejecutivos de sus participadas en 2009. El también consejero delegado del “holding familiar” Nefinsa, es uno de los directivos valencianos más relevantes.
En los últimos 28 años ha participado como presidente o miembro de los consejos de administración de firmas como Prebetong (hormigones), Colebega (embotelladora de Coca-cola), Nefitel (distribuidora de telefonía móvil),Saica (concesionaria de automóviles), Banco de Comercio (Grupo BBVA), CMA (tratamiento de residuos industriales), Aragonesas (empresa química) y Ursa, accionista de referencia de Uralita, entre otras. Además, ha presidido la organización de ejecutivos valencianos en Madrid, Fundación Conexus; y es miembro del Instituto de Empresa Familiar, el Círculo de Empresarios de Madrid, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el patronato del IESE o la Fundación España-Rusia. Nefinsa fue la sociedad que creó Emilio Serratosa, junto a sus hijos, tras vender Valenciana de Cementos a Cemex en 1992. Desde ella, esta familia emprendió diversas inversiones. Javier Serratosa también deja el consejo de Air Nostrum, al que se había reincorporado en agosto de 2016.
Fue presidente de la aerolínea entre 2009 y 2014 relevando a su padre, y salió del consejo en 2014, cuando la familia quedó en minoría en el capital. La crisis azotó con fuerza a la aerolínea franquiciada de Iberia y su resultado se desplomó en 2009 hasta unas pérdidas de 16,2 millones de euros, 9 de ellos correspondientes a la salida de trabajadores y al inicio de su estrategia de sustitución de su flota de 50 plazas por nuevos reactores de mayor capacidad, CRJ1000 de 100, para reducir en un 32 por ciento el coste del asiento. La compra por parte de Bertomeu evitó que la empresa terminara despiezada por un nuevo propietario y le llevó a desarrollar un plan de reflotamiento que ha terminado por devolverla a beneficios y establecer alianzas para crecer en el Norte de Europa, como la que está negociando con Cityjet y de la que se prevén inminentes novedades.
Fotografía: Javier Serratosa fue presidente de Air Nostrum.
