Canavia presenta su oferta de cursos desde Canarias

 

La escuela de pilotos Canavia, fundada en 2009 con base, instalaciones y oficinas en el aeropuerto de Gran Canaria, así como aulas en Las Palmas destinadas a seminarios y cursos específicos y un simulador para prácticas de vuelo, fue la primera en certificarse como ATO (Approved Training Organization) en España.

Su plantilla se compone de pilotos de compañías aéreas e instructores profesionales, algunos de ellos con más de 3.000 horas de vuelo en instrucción, contando también con un equipo de éstos en Lanzarote, con el fin de dar soporte y apoyo en esa isla, donde también opera la escuela e imparte enseñanza.

 

En el apartado de vuelo cuenta con dos aeronaves para la enseñanza, la primera destinada a la fase de iniciación, un Tecnam 2002, aeronave ligera y moderna de fabricación italiana, con un peso máximo inferior a 600 kg., dos plazas, motor de 100, velocidad máxima de 250 km/h. y  autonomía de 6 horas, pudiendo recorrer más de 1000 km. sin repostar. La segunda, para instrucción avanzada, es un Piper PA-28 “Turbo Arrow” de fabricación estadounidense, equipado con un motor de seis cilindros y 200 CV de potencia, que le permite una velocidad de crucero de 280 km/h.,  tren retráctil, paso de hélice variable y un completo equipamiento, que incluye piloto automático, e instrumentación para vuelo nocturno y malas condiciones de visibilidad. Dispone de 4 plazas, un alcance de más de 1.300 km. y autonomía de 6 horas de vuelo. Su máximo peso en vuelo supera los 1.300 kg.

En la actualidad ofrece desde cursos de piloto por un día, para cualquiera que quiera volar por sí mismo en compañía de un veterano instructor, que le mostrará los secretos del vuelo de manera fácil y segura; hasta la formación para ser un piloto profesional, además de las modalidades de deportivo, vuelo instrumental y visual nocturno, formando también a instructores y ofreciendo cursos para la renovación de licencias de vuelo caducadas. Los cursos de piloto comercial son llevados a cabo en inglés, en cooperación con una reconocida escuela de vuelo del Reino Unido en cuanto al temario teórico, y de manera modular.

El gerente de Canavia, Mario Pons, asegura que el encontrarse su base de operaciones en un aeropuerto internacional ayuda a que sus alumnos se acostumbren a la operación, a volar con aviones grandes a su alrededor, a manejar con soltura las comunicaciones en esas instalaciones, a que conozcan procedimientos instrumentales y con radioayudas que en un aeródromo nunca van a tener y con la seguridad y asistencia que solo pueden encontrar en esas infraestructuras.


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